Yo creo que quienes hacen la campaña de Xóchitl Gálvez o son de Morena y la quieren hundir, o genuinamente la odian. No hay manera de ver o de escuchar sus “spots” y de no enojarse.
¿Por qué? No. No se confunda. No es por ella, porque sea mujer ni por nada de eso. Es porque su discurso es la narrativa del fracaso. Ella, con su comunicación, nos dice cosas espantosas y a las pruebas me remito.
Vamos a tomar uno de sus “spots”, el de “Seguridad”. Voy a dividir esto en fondo y forma para que se escandalice como yo del analfabetismo mediático, del no tener memoria. De trabajar con gente que no sabe.
El mensaje comienza con ella diciendo: “Esta elección tiene dos caminos: continuar presos del miedo o que juntos logremos vivir en paz.”
¿Qué nota usted aquí? Algo verdaderamente aberrante. La señora está polarizando a la nación. O estás conmigo, o estás en mi contra. Si estás conmigo, eres bueno. Si estás en mi contra, eres malo.
¡Me quiero morir de la vergüenza! ¿No se supone que ella y sus aliados han acusado a AMLO, Morena y toda la izquierda de tenernos polarizados desde hace un montón de sexenios?
¡Pues ya ve! Primero cae un hablador que un cojo. Ella solita está afirmando que han sido ellos los que nos han tenido polarizados desde siempre.
Ellos son los “dictadores”, los de “O estás conmigo, o estás contra mí”. ¡Es horrible! ¡El autogol de autogoles!
Y lo más enfermo es que esta candidata, ahí mismo, está poniendo sobre la mesa que la estrategia que ella y sus amigos han usado, desde siempre, ha sido el miedo:
“Te doy miedo para que no pienses, para que creas que si no votas por mí algo malo te va a pasar, para que supongas que el enemigo es el otro”.
Apenas estoy empezando y esto ya es como para salir corriendo. ¿Pero qué cree? Se pone peor.
Inmediatamente después de morderse la lengua, la señora comenta: “Hoy la esperanza nos pertenece”.
¿Es en serio? ¿Se puede ser más ignorante en la vida? ¿Quién escribió esto? ¿Quién obligó a Xóchitl a leerlo?
“Morena es la esperanza de México”. Hasta debe estar registrado en algún lugar. López Obrador fue el candidato de “la esperanza”. La campaña con la que este hombre le ganó al PRI el sexenio pasado giró precisamente alrededor del concepto de “esperanza”.
Es lamentable que los rivales de Morena, en la actualidad, se cuelguen de esta idea.
Y no, ni siquiera es por un tema partidista o de piratería. Es porque representa una falta de respeto para el pueblo de México.
Es como si nos dijeran: “ustedes son estúpidos. No se acuerdan de nada. Van a caer”.
¡Híjole! Teniendo una cantidad impresionante de conceptos que doña Xóchitl pudiera manejar, la tenían que poner a hacer el ridículo con esto. ¡No se vale!
¿Qué sigue? ¿Le digo la verdad? ¿A alguien le importa? La señora Gálvez, a estas alturas del “spot”, ya se quemó.
Si hace dos semanas critiqué aquí mismo a Claudia Sheinbaum por copiar a AMLO, ¿qué espera que le diga de Xóchitl que no sólo está copiando a AMLO, es la oposición de AMLO?
No se puede ser oposición si estás diciendo lo mismo que el que está en el poder. Eso es homenaje. Es contrapropaganda. ¿Ahora entiende por qué le digo que sus publicistas o son de Morena o la odian mucho?
El resto de este lamentable ejercicio de comunicación política señala:
“La esperanza de vivir en un país donde no tengamos miedo de salir a la calle. Miedo de enfermar. Miedo de soñar. La esperanza de lograr entre todos y para todos un México sin miedo. Sin miedo al éxito”.
Remate dicho por un locutor: “Por un México sin miedo. Xóchitl Presidenta. Candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México. El PRI sí resuelve. Vota PRI”.
Me podría ir desmenuzando frase por frase pero, honestamente, esto ya sería una masacre y mi intención no es ir más allá de la revisión de los “spots” de los candidatos.
De todo este desfile de ideas inconexas, pero que se la pasan machacando y machacando lo de “tengan miedo, mucho miedo”, la que más de preocupa es la de “sin miedo al éxito”.
La razón es muy simple y no, no tiene que ver con el imperdonable lugar común de esta afirmación.
Es que José Luis Espinosa Cruz, el señor que la dijo, el que no le tenía miedo al éxito, fue uno de los que se murieron de COVID19 por confundir el no tener miedo con la irresponsabilidad. En resumen: todo mal.
Pero falta la parte cinematográfica. No. No se asuste. No lo voy a hacer perder el tiempo yéndome toma por toma. Es el típico video donde, si la señora dice “soñar”, vemos a un muchacho mirando al infinito como si “soñara”.
Lo macabro es que el texto afirma puras cosas espeluznantes sobre el miedo. Y la candidata, primero, lo dice “suavecito”, como para que se nos meta en el cerebro y no nos demos cuenta.
Y luego, las imágenes son todas “tiernas”. ¿Puede haber algo más perverso que te hagan sentir miedo mientras te abrazan y te sonríen como en esa toma donde doña Xóchitl apapacha a un adulto mayor?
Urge que Xóchitl Gálvez reflexione sobre lo que está diciendo y cómo lo está diciendo. Una campaña siempre manda mensajes más allá de lo evidente y su gente se está equivocando. ¿O usted qué opina?