La toma de protesta de Clara Brugada

Ciudad de México /

No puedo creer la belleza de la toma de protesta de Clara Brugada como jefa de gobierno de la Ciudad de México. Estamos ante el inicio de una nueva era. Punto.

¿Escuchó los mensajes de la oposición en el congreso capitalino? Los representantes del PRI, del PAN y de Movimiento Ciudadano dieron cátedra de respeto y de madurez.

Esto es insólito si lo comparamos con lo que todo el tiempo nos están diciendo en medios y en redes sociales. Gran nota. En verdad, gran nota.

Pero obviamente la noticia número uno de la jornada de eventos de este 5 de octubre fue la presencia de Claudia Sheinbaum.

Por primera vez en la historia pudimos ver a dos mujeres de izquierda, juntas, mandando el mejor de los mensajes.

Esa fotografía, jamás se había tomado. Esa fotografía, muchos, ni siquiera la habíamos soñado de tan imposible.

El evento en el Teatro Metropolitan fue particularmente relevante. A Claudia Sheinbaum, en el Zócalo, la acompañaron 70 mujeres de nuestros pueblos originarios.

¿Qué hizo Clara? Ofrecer su propia narrativa. ¿Qué es lo que más llama la atención aquí? La profunda inteligencia de la jefa de gobierno y de su equipo.

¿Por qué? Porque hubiera sido muy fácil cometer errores y ahí no sólo no se cometieron, hubo aciertos.

De entrada, Clara Brugada fue la más respetuosa con lo que ya había dicho y con lo que ya había hecho la presidenta.

Pero luego vino lo mejor: fue congruente con su vocación social y sin imitar, sin repetirse, ofreció una ceremonia memorable.

¿Sabe usted quiénes la acompañaron en el escenario? Conductoras del metro, organilleros, niñas de secundaria, luchadores… ¡El pueblo de la Ciudad de México!

¿Puede haber algo más humilde que un bolero? Bueno, un bolero estuvo ahí recibiendo la ovación de los asistentes, acompañando a la jefa de gobierno.

¿Cuándo habíamos visto algo así? Nunca. Y todas, todos y todes, fueron presentados y tratados con la mayor dignidad.

Imposible no emocionarse ante esas imágenes ni mucho menos ante los anuncios.

A Clara Brugada no se le olvidó nada. Fuimos de la seguridad al Mundial de Futbol de 2026 pasando por la Defensoría Social de las Mujeres, utopías, utopías verdes, metrobuses, centrobuses, ciclovías, redes de fibra óptica, mucha ciencia y la reinvención de Calzada de Tlalpan.

Pero nada más significativo que lo que va a pasar en la capital del país en términos culturales.

Antes, la cultura era un accesorio, un adorno, el privilegio de unos cuantos. Ahora es un derecho, un tema humano, un tema social.

Habrá semilleros de cultura en las escuelas, en los pilares, en las utopías. Vendrán la Universidad de las Artes de la Ciudad de México, las brigadas comunitarias culturales y habrá música hasta en las escuelas públicas.

Y yo no sé qué me hizo más feliz, si lo de la salud mental, el bienestar animal o el apoyo a la comunidad LGBTTIQ+. Clara fue tan contundente que hasta habló de transfeminicidios.

¿Usted esperaba que se hablara de eso ahí? ¿Que se le preguntara a los alcaldes así, directo, quiénes querían una Clínica Condesa?

No lo voy a aturdir repitiéndole todo lo que usted vio ayer a través de señales como las de Capital 21 o de redes como YouTube. Lo que quiero es que aprecie el cambio y lo más bonito de todo: la narrativa.

Clara Brugada también se sabe comunicar, también sabe hacer contacto. Aquí va a pasar algo bueno. Aquí también va a pasar algo bueno. ¿A poco no? ¡Felicidades!


  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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