Me da mucha pena que algunos medios de comunicación piensen que la gente es estúpida y en su afán por vender, vean notas donde no las hay como en el caso de los “spots” del Segundo Informe de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Ojo: estoy diciendo “en su afán por vender” porque no quisiera pensar que atrás de ellos se esconden los intereses de siempre. Es muy patético que pretendan tratarnos como antes.
Por ahí, en un periódico, sacan que Andrés Manuel López Obrador está en campaña. “¡Oh, qué horror! ¡Maldito presidente! ¡Necesita votantes! ¡Está violando las leyes!”
A ver, a ver. ¿De qué se trata? El presidente de México no está en campaña porque ya es el presidente de México. Ni él, ni su partido, ni sus aliados, lo necesitan.
Lo que estamos viendo no son “spot” electorales. ¡No sean necios! Son los ya tradicionales mensajes que todos los presidentes han transmitido, desde hace muchos años, alrededor del 1 de septiembre.
¡Y todos son iguales! Si no me creen, “googleen” y comparen esto, que se supone que es monstruoso, con lo que se hizo el año pasado o con los que hicieron otras autoridades.
¡No hay nota! ¡No hay campaña! ¡No se está violando ninguna ley! Y si vamos a jugar sucio, comparemos lo que se gastaba Enrique Peña Nieto en aquellas superproducciones de sus “bonitos” informes contra lo que está haciendo AMLO.
Y si vamos a jugar a molestar, insisto, tengan la decencia de reconocer que los anuncios de López Obrador no sólo son austeros, son magníficos.
El señor luce radiante, como los mejores presidentes del mundo, y maneja una combinación de discursos impresionantemente afortunada. ¡Dejen de faltarle al respeto a la gente!
Pero espérese. Esto todavía no acaba. Volvamos, por favor, a lo que ciertas personas, ciertas empresas, están haciendo alrededor de estos mensajes que todos podemos ver en nuestros televisores.
Como que en algunos portales, como que algunos “influencers”, ya no saben qué hacer para llamar la atención, como que vieron que en uno de estos “anuncios” el presidente comenzó a hablar de valores y allá van con encabezados sensacionalistas.
“¡AMLO menciona al Papa Francisco en sus “spots”! ¡Oh, qué tremendo! ¡Qué escandaloso! ¡No puede ser!”
¿Neto? ¿Es en serio? Si menciona al Papa, es malo porque hace referencia al catolicismo. Si menciona otros asuntos espirituales, es malo porque es cristiano.
Ya, ¿no? Están como los “periodistas” que fingieron alarma por el video donde dice que no habrá más “garcíalunas”.
Perdón, ¿de qué se asustan? ¿De los “pantalones” de don Andrés Manuel al llamar a las cosas por su nombre? ¿Qué querían? ¡Qué! ¿Qué quieren para estar contentos? ¿Algún día lo van a estar?
A usted, como a mí, le podrán gustar o no los “anuncios” del Segundo Informe. Le podrá caer bien o le podrá caer mal el presidente. Está en su derecho.
Lo que no se vale es engañar a las audiencias, venderles ideas que no son ciertas, alterarles el sistema nervioso con lecturas distorsionadas de la realidad.
A lo mejor antes, cuando nadie podía comprobar nada, cuando no había redes sociales, se podía. Hoy, no.
Los “spots” del Segundo Informe de Gobierno son impecables, son congruentes con el estilo y la personalidad del presidente de México, abordan temas de interés general y funcionan desde todas las perspectivas. ¡Todas!
La nota es que no hay nota. Están bien. Punto. Véalos, atiéndalos y ya. Pasemos a lo que sigue. ¿O usted qué opina?
alvaro.cueva@milenio.com