Arrastrados

Ciudad de México /

¿Dónde cayeron? Por el suelo. Hay que arrastrase debajo de la mesa para ver si por ahí quedaron. Lo malo es que rodaron hasta dentro y el mantel negro no deja ver nada. Hay que arrastrarse y ni modo, buscar a gatas, empinados. Deshonrosa posición, pero es que deben lograr que el regalo que se prometió el sexenio pasado, le llegue al patrón. El trasero mirando al pleno y la cara pegada a la alfombra llena de polvo y manchas ya de años, de esas que ni con bicarbonato salen. “Histórico” dijo el presidente del Senado. La foto le da la razón.

Arrastrados, así empezaron la sesión del Senado del sábado pasado en donde se llevó a cabo la “tómbola judicial” para escoger a los juzgadores que perderán su trabajo e irán a la elección en 2025 y aquéllos que lo perderán en 2027. ¿Escuchan a la juez que llora mientras se manifiesta allá afuera por sus 20 años de carrera que terminaron en una tómbola? Lo malo es que a los legisladores sin siquiera haber dicho “se abre la sesión”, se les cayeron las pelotas. No hubo de otra, a arrastrase por debajo de la mesa para encontrar las dichosas bolas. Ya sé, la crónica suena tan simbólica, que hasta vergüenza me da escribirla.

Tres veces tuvo que explicar el presidente del Senado el proceso que seguirían, porque dijo: “así nos los mandata la Constitución”, dicho esto con la solemnidad de aquel que cita letras doradas cuando todos sabemos que la cantaleta viene de unas chapucerías que le hicieron a nuestra Carta Magna. Tal cantidad de errores tenía la reforma judicial que tendrían que hacer una reforma constitucional para corregir la reforma constitucional. Trabalenguas que redunda en eso que no solo traba las leyes, también traba el futuro. Histórico, que ni qué.

Por cierto, ellos no le dicen tómbola como Mayte Gaos aseguraba en su famosa canción “La vida es una tómbola”. De manera más propia y elegante ellos se designan insaculadores o ¿cómo se dice? ¿insaculeros?

Insaculación: Aquel que alude a un proceso medieval para nombrar alcaldes, regidores y otros cargos. Sistema que escogieron las monarquías hispanas del siglo XVI y fue habitual en la Corona de Aragón, hasta que Felipe V abolió los fueros y usos medievales. ¿Nos irán a pedir perdón? En todo caso, insacular significa meter en un saco. Lugar en donde debería estar el honor de los senadores que apenas lograron la mayoría para hacer la votación y es que el PAN y MC no se presentaron a la sesión.

Lo que es verdad y ni quien lo ponga en duda, es que para eso tuvieron los 35 millones de votos: para hacer con su prestigio lo que les dé la gana. Pueden meterlo debajo de la mesa y hasta empinarse y arrastrarse a buscarlo si así les place.

Entre todos los problemas que tuvieron se encontraron con unas juezas embarazadas, en lactancia o con hijos pequeños a las que “por perspectiva de género” decidieron no correr sino hasta el 2027. Todo bien, hasta que los legisladores por tratar de quedar bien se abrieron a la injusticia. ¿Qué no habrá entre los 711 juzgadores que escogieron para correr alguno que tenga una causa igual de poderosa para no merecer ser despedido? Si una o uno no lo merece, no lo merece ninguno.

Arrastrados. Ojalá y se les haya caído la cara de vergüenza y eso sea lo que anden buscando debajo de la mesa.


  • Ana María Olabuenaga
  • Maestra en Comunicación con Mención Honorífica por la Universidad Iberoamericana y cuenta con estudios en Letras e Historia Política de México por el ITAM. Autora del libro “Linchamientos Digitales”. Actualmente cursa el Doctorado en la Universidad Iberoamericana con un seguimiento a su investigación de Maestría. / Escribe todos los lunes su columna Bala de terciopelo
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