Las elecciones solo son y serán democráticas si son realizadas a través de un proceso “íntegro”, y es solo a través de la integridad que se genera confianza de sus resultados...
Se suele pensar en las elecciones como si fuera un partido de futbol, donde lo más importante es el marcador final sin tomar en consideración cómo se logró dicho resultado, gana el que logra meter más goles, poco importa si era penal o no, el número de tarjetas amarillas o rojas que se obtuvieron, solo importa el marcador.
En los procesos electorales pareciera lo mismo, solo hay memoria para el ganador y se deja de lado cómo fue esa elección: las conductas de los candidatos, la obtención de los fondos utilizados, la transparencia, la legalidad, pareciera que solo es importante el resultado para garantizar la democracia.
Definitivamente la emisión del voto es un elemento fundamental para una democracia, pero no es lo único, hay regímenes autoritarios que pasan por procesos electorales pero que son ilegítimos al no realizarse bajo la certeza jurídica. Las elecciones solo son y serán democráticas si son realizadas a través de un proceso “íntegro” y es solo a través de la integridad que se genera confianza de sus resultados y que legitimará al nuevo gobierno.
Este 5 de marzo se firmó en Guanajuato, el Acuerdo Nacional por la Integridad Electoral, un esfuerzo colaborativo entre instituciones y sociedad civil para monitorear el desarrollo apegado a la ley de los comicios electorales de 2024; es momento de recordar que la democracia se construye solo con participación y que la emisión del voto tiene como finalidad obtener las soluciones a las problemáticas más imperantes de nuestra sociedad.
Los ciudadanos no vamos a las urnas solo para elegir a nuestros gobernantes, los ciudadanos vamos a las urnas porque esperamos obtener la generación de empleos decentes con salarios dignos. No acudimos a las urnas para votar por un candidato, sino por una educación de calidad para nuestros hijos. No votamos por un partido político, sino por el acceso a la salud como un derecho humano. No votamos por una coalición sino que votamos por vivir en paz.
La firma de este acuerdo, pero sobre todo el involucramiento de la sociedad civil en el proceso electoral será clave para obtener las condiciones que garanticen su integridad y con ello la democracia que nos corresponde.