Pablo Milanés

  • Columna de Ángel Aguirre Rivero
  • Ángel Aguirre Rivero

Ciudad de México /

Lo conocí en un concierto en los años 70. Era yo estudiante de la Facultad de Economía de la UNAM, y por esos días se presentó en la Sala Nezahualcóyotl de Ciudad Universitaria, al lado de Silvio Rodríguez y Tania Libertad, todos ellos exponentes de la Nueva Trova Cubana, esa que narraba episodios revolucionarios a través de metáforas, odas a la libertad y verdaderos poemas de amor. Sin duda influyeron en mí y en la generación que hoy gobierna el país.

Recuerdo que fue un concierto inolvidable de 3 figuras a quienes siempre he profesado una gran admiración.

Por aquellos años llegaron sus primeros discos a la Ciudad de México y particularmente en la entrada de nuestra amada Escuela Nacional de Economía, se vendía la música de la Nueva Trova Cubana, lo mismo que de Alfredo Zitarroza, Los Olimareños, Inti-Illimani y Los Folkloristas, entre otros.

Desde entonces amé su música y hoy me duele la partida del gran Pablo Milanés, Pablito como muchos le llamaban en La Habana. Otras veces lo disfruté compartiendo escenario con otro de los grandes: Silvio Rodríguez.

Siendo gobernador la segunda vez, me di a la tarea de concluir un hermoso auditorio que René Juárez (QEPD) había iniciado. En menos de un año lo concluí, y junto con Alejandra Fraustro, decidimos invitar a un grupo de artistas de Xalitla para que plasmaran su obra en éste que es sin duda, el más hermoso centro cultural del estado de Guerrero.

A punto de ser inaugurado, le pedí a mi muy querido amigo Héctor Astudillo Flores, hoy ex gobernador de nuestro estado, que me acompañara a hacer una supervisión de la obra, ahí le pregunté: --Oye Héctor, ¿qué nombre crees que debe llevar este espléndido auditorio?

Su respuesta fue de inmediato: --Sentimientos de la Nación (me dijo), en homenaje al gran Morelos… Y así lo bautizamos.

Para darle vida cultural a nuestra capital, cada mes llevábamos a diferentes artistas, cantantes, poetas y obras de teatro.

En uno de esos días le pedí a Alejandra que contratara a Pablo Milanés, y si había la oportunidad, me permitiera saludarlo personalmente.

Previo al inicio de su concierto, tuve una amena charla con Pablo, quien me mostró su sencillez, su compromiso con la Revolución Cubana y su amor por México.

Me atreví a preguntarle cuál era la historia de una de sus canciones, tal vez la más famosa: “El Breve Espacio", que en una de sus estrofas reza: “La prefiero compartida, antes que vaciar su vida, no es perfecta, mas se acerca, a lo que yo, simplemente soñé".

Me contestó que se trataba de una historia muy triste, derivada de la separación de su matrimonio, cuando su hija era muy pequeña y a eso respondía la frase de: "La prefiero compartida".

Esa tarde-noche le obsequié un disco de Álvaro Carrillo y él a su vez me regaló uno autografiado de sus mejores boleros.

Hoy has partido a nuevas dimensiones, querido Pablito. Con tu marcha, la música latinoamericana perdió una de sus voces más auténticas y contestatarias.

Pablo cantaba al corazón mismo de un pueblo que se negó a ser víctima del imperialismo. Su poesía avivó las mentes y encendió los corazones de una generación que estaba urgida de un ideal.

Milanés fue de esos artistas que cantaban las canciones urgentes para América Latina. Y a decir verdad, es poco probable que en la actualidad surja un movimiento como el de la Nueva Trova Cubana, que aglutine talento musical y pensamiento político.

Pablito, vamos a extrañar tu Breve Espacio, vamos a extrañar a Yolanda, a las Calles que Pisaste Nuevamente, vamos a extrañar Para Vivir. Hoy te fuiste De qué Callada Manera.

Créeme, Pablito, que te vamos a extrañar.

La vida es así…

Ángel  Aguirre Rivero*

*Ex Gobernador de Guerrero

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