¡Qué título fuerte! ¡Qué filme impactante! ¡Qué película actual! Las reacciones a la proyección de "Amores Perros" de Alejandro González Iñarritú en el Festival Internacional de Cine de Cannes, a 25 años de su estreno, me recuerdan la mezcla de sentimientos entre susto, tristeza y admiración que me invadió a la salida del cine en junio del año 2000. Susto por asistir, a través de la pantalla, a un accidente de coche, una pelea de perros, violencia intrafamiliar y la sangre de un perro herido. Tristeza por observar la vida de personajes atrapados en sus clases sociales, entornos y destinos, cargados de frustraciones en una Ciudad de México vertiginosa y violenta que opaca los pocos momentos de ternura, amor y esperanza. Y admiración por una opera prima que mostraba la madurez temática y expresiva de un realizador que se movía en el arte cinematográfico como gran maestro. La genialidad del título Amores perros salta, además, a la vista en las reseñas de críticos de cine que no dominan el español y no conocen la riqueza semántica de la palabra “perro” en México. (Un alemán, por ejemplo, explica que en México la palabra “perro” no sólo remite al animal de compañía sino que también significa dolor y sufrimiento humano).
En cuanto a cine de ficción, Amores Perros fue la primera obra de Iñarritú. Sin embargo, el realizador no era ningún debutante. Después de sus estudios de Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México, el realizador se había dedicado a la música, la radio, la realización de cortos publicitarios, la composición de música para programas televisivos y la dirección de la serie de televisión Detrás del dinero con Miguel Bosé. Para el guión de Amores Perros Iñarritú y el escritor y guionista Guillermo Arriaga formularon a lo largo de tres años 36 tratamientos hasta quedar satisfechos con un relato que integra tres historias que, como centro narrativo y unión estructural, muestran una persecución y un accidente automovilístico en Ciudad de México. Como creador de la estética visual el cinefotógrafo Rodrigo Prieto abonó al estilo e impacto emocional de cada historia al recurrir a distintas estéticas para describir las clases sociales y dramas humanos que muestra el filme.
El actor tapatío Gael García Bernal, al que conocimos en el cortometraje De tripas corazón (1996) de Antonio Urrutia, es protagonista y alma de la historia “Octavio ySusana” que muestra a la familia del joven y la crueldad de las peleas de perro en las que Octavio compite con Cofi para ayudar a Susana, la novia de su hermano. “Daniel y Valeria” (Álvaro Guerrero y Vanessa Bauche) narra cómo el accidente automovilístico cambia la vida de un exitoso hombre de negocios y su pareja modelo, mientras que “El Chivo y Maru” narra la historia de un ex activista de lucha social (Emilio Echevarría) que recoge perros callejeros y busca el contacto con su hija Maru.
Escuchamos que el re estreno de “Amores Perros” en su versión remasterizada y con nuevos efectos y banda sonora, emocionó al público de Cannes y que Iñarritú anunció la creación de una instalación artística con material en 35 mm del filme que no utilizó en la edición. La obra se montará en Milán, Los Ángeles y México. ¿Tendremos la suerte de que llegue también a Guadalajara?