Conocemos los recursos naturales que posibilitan la vida por su diversidad, importancia e indispensable presencia, quizá por este motivo se les considera cada vez más, en diferentes normatividades como sucede con las leyes para regular, cuidar y usar el agua, los planes de manejo de las áreas protegidas, el cuidado de los bosques, la protección de la flora y fauna, y muchos otros temas que además inciden en donde se encuentran los asentamientos humanos que se construyeron mayoritariamente sin visión ambiental y en donde la demanda de bienes y servicios es muy grande.
Estas temáticas se incorporan desde el año 1972 bajo el rubro de educación ambiental, en diversos programas de educación básica y media superior, realizándose también actividades de divulgación en espacios públicos y comunidades.
Sin embargo, existe un recurso natural que es un gran ausente en todas estas normatividades y programas, que además de ser no renovable, es esencial para el equilibrio del ecosistema.
Este valioso recurso es el Suelo, elemento fundamental y base para que ni más ni menos se realice la producción de recursos esenciales para la cadena alimenticia, como es la germinación de diversas plantas, pues más de 95% de nuestros alimentos y 15 de los 18 elementos químicos esenciales para las plantas proceden del suelo.
El suelo no es exclusivamente el vinculado al campo o los ecosistemas, sino que también se encuentra el suelo de las ciudades, que es de gran importancia para la armonía y calidad de vida.
La gran importancia del suelo fue motivo para que en 2014 el 5 de diciembre se le dedicara por la ONU con el lema de este año “Suelos sanos para ciudades saludables”
En las ciudades se afecta al medio ambiente al cubrir el suelo con toneladas de asfalto, evitando la absorción de agua, la regulación de la temperatura, con árboles urbanos que la disminuyen entre 4 a 9 grados, aunque en ocasiones molestan por sus raíces.
El suelo es un manto fértil, muy dinámico y de diversos tipos, formado gradualmente durante miles y hasta millones de años con la suma de factores físicos químicos y biológicos, sustentando la vida en el planeta en toda su extensión.
El suelo es un recurso invaluable que lo estudia la edafología.
Es necesario comprenderlo, cuidarlo y protegerlo para tomar las medidas urgentes que permitan evaluar su calidad y mitigar el impacto negativo de la actividad humana.