Nuestro México, además de su rica historia, cultura y las tradiciones que nos unen y enorgullecen, cuenta también con una gran biodiversidad que se manifiesta, entre otros, en la espectacular flora endémica que además de hermosa tiene múltiples simbolismos que las hace representativas de nuestro país
Para algunos autores, son entre ocho y diez especies, entre ellas la Dalia, conocida por los mexicas como xicamiti “flor de camote” por su tipo de reproducción, incluso tiene un día Nacional que es el 4 de agosto.
También la tradicional flor de cempasúchil, en náhuatl cempohualxochitl “flor de veinte pétalos” asociada a los festejos en días de muertos.
La simbólica flor de Nochebuena relacionada a los festejos navideños, en náhuatl se registra como cuetlaxochitl “flor que se marchita o flor de cuero”, simbolizando pureza y nueva vida para los guerreros muertos en batalla.
La espectacular orquídea, que nuestro país tiene al menos 300 especies endémicas, como la zacanatan xanath, nombre en totonaco de la flor de la vainilla, que es también, protagonista de una historia de amor.
Entre estas emblemáticas flores, se encuentra el alcatraz originario del sur de África, que por la elegante forma de su hoja modificada o bráctea sus colores ha sido simbolismo en diferentes culturas.
Es curioso que, siendo originaria de África, y que supuestamente llegó a América a finales del siglo XVII, se encuentren representaciones de esta flor en cerámica y esculturas en el centro de México, y en figurillas mayas.
De acuerdo con el magnífico artículo de López Austin y López Luján en Arqueología Mexicana (2024), la explicación consiste en la presencia de varias especies de alcatraz como se menciona en al Libro XI del Códice Florentino de Bernardino de Sahagún y en la Historia de las plantas de Nueva España de Francisco Hernández.
Esta hermosa planta se ofrecía a los dioses, y a los soberanos y guerreros y tenía otras representaciones para la vida cotidiana
El alcatraz o cala, se asoció a la belleza en la antigua Grecia, en otros tiempos a la buena suerte, prosperidad, muerte y renacimiento, y por el color; blanco a la pureza e inocencia, rosada agradecimiento y amarillos alegría y felicidad.
Presentes en la poesía, joyería, religión y el arte como en las pinturas de Diego Rivera, confirman que la Biodiversidad mexicana es un invaluable tesoro y que hay que conocerla más.