“Las Flores no Hablan”, título del libro de Budismo Zen, escrito por Zenkei Shibayama, que invita a ver más allá de lo aparente, o como en la hermosa poesía de Rosalía de Castro (1837-1885): “Dicen que las plantas no hablan”, que asocia la aparente belleza permanente de la naturaleza, frente a la efímera vida humana.
La naturaleza en general y la flores en lo particular transmiten una gran cantidad de mensajes que, para nuestra humana percepción, tienen diversas representaciones, asociadas a emociones, pero ¿por qué, o cuál es el motivo?
Pueden ser diversos, el tamaño en ocasiones espectacular como la Rafflesia de Sumatra que alcanza un diámetro de 110 cm, también por la estructura floral tan diversa y hermosa, pero estaremos de acuerdo, que el color de la flor es fundamental y motivo para colocarlas en diversos espacios en función de la ceremonia o festejo que las flores acompañen.
Se estima que aparecieron hace 140 millones de años, y evolucionaron asociadas a los insectos que, como polinizadores, los atrae su color que anuncia entre otros un néctar para la alimentación.
Las moléculas de pigmento que se acumulan en las flores son las responsables del color ya que absorben una parte del espectro de luz, y reflejan un color específico que el ojo humano no percibe en su totalidad, mientras que los insectos con su visión cromática perciben la iridiscencia de las flores, la luz ultravioleta y colores invisibles para el ojo humano.
Las flores empezaron a utilizarse como símbolo, hace aproximadamente 7000 años a.C. en rituales, en el arte, como se registra en los textos antiguos de la cultura china, asociando las flores a sentimientos y ambientes específicos, la presencia de las flores también se expresa y es protagonista en la poesía, la literatura, el perfume la medicina, la ornamentación y hasta en la alimentación humana.
Ante la próxima celebración del tradicional 10 de mayo, las flores alcanzarán gran demanda y también altos costos, serán las responsables de múltiples mensajes como las rosas, asociadas al amor, o flores blancas símbolo de paz y pureza, amarillas de amistad y alegría, así como las rosadas que expresan cariño y gratitud, la flor de cempasúchil será para otro momento.
Podemos convenir que las flores desde su inamovilidad, y silenciosa presencia nos comunican afectos y emociones por lo que es posible afirmar que las flores SI HABLAN.