“Amar es percibir cuando te ausentas, tu perfume en el aire que respiro y contemplar la estrella en que te alejas cuando cierro la puerta de la noche”, eso escribió Salvador Novo, poeta, escritor, dramaturgo, funcionario público, presentador de televisión y cronista de la Ciudad de México que fue acreedor en 1967 del Premio Nacional de las Letras otorgado por el gobierno de la República. Polémico, apasionado y temperamental, Salvador Novo fue la imagen de la desmesura.
El teatro de vanguardia siempre formó parte de la vida y de su personalidad; desde 1927 con su amigo Javier Villaurrutia crearon el teatro experimental Ulises, que contó con el apoyo de Antonieta Rivas Mercado y que representó una opción diferente al teatro tradicional porfirista que representaba espectáculos banales como la zarzuela.
En su obra de teatro “A ocho columnas”, mostraba a un joven periodista que se enfrentaba a su jefe y se ganaba la represalia de quien manda por decir la verdad, ese personaje era un poco el reflejo de la personalidad de Novo: decía lo que pensaba y, mejor aún, pensaba muy bien lo que decía, pero siempre dentro del marco del humor, la desolación y el sentimiento de la pasión.
En “A ocho columnas”, Novo nos demuestra que los valores morales no existen, que desde la impunidad de las redacciones hay que hacer y deshacer reputaciones, falsear y calumniar sin culpa alguna. Es aquí donde se vive la encrucijada de un joven periodista que tiene que debatir entre tener una carrera próspera o salvaguardar su ética.
Es importante señalar que en esta etapa de México no existían noticieros ni Internet o redes sociales, pero tiene algo que no ha cambiado: la falta de respeto al oficio periodístico y las noticias falsas, así la crítica certera y puntual de Novo encuentra eco en el México actual. Las noticias falsas han retomado protagonismo en estos tiempos de campaña, y se han agravado a partir de la generalización del uso de las nuevas tecnologías, sobre todo de las redes sociales y desde la perspectiva intencional de su difusión y que es utilizada por los políticos cuando su legitimidad se ve disminuida.
La presencia de Salvador Novo dentro de la sociedad fue una constante confrontación hacia la intolerancia, en su postura rebelde procuraba no ocultar quién era, qué pensaba y evidentemente buscaba provocar a más de uno a través de sus textos.