Los mexicanos no están tan satisfechos con el servicio de internet que reciben en sus hogares, según reveló la Segunda Encuesta 2022 Usuarios de Servicios de Telecomunicaciones que realizó el IFT.
El Índice General de Satisfacción que arrojó el estudio demoscópico apunta a una calificación media nacional, en el servicio de internet fijo, de 70.3 puntos sobre 100; la región en donde se percibe un servicio más deficiente es la Centro-Norte, que incluye a los estados de Aguascalientes, San Luis Potosí y Zacatecas, con 69.2 puntos; en tanto que, en la que se percibe la mejor calidad es la Noreste, que se integra por Nuevo León y Tamaulipas; la calificación alcanza los 76.1 puntos.
La región Centro-Este, en la que se incluye a Puebla registra un nivel similar a la media nacional, con 70.2 puntos.
El renglón de la calidad percibida la Región Noreste -Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora- es la más satisfecha con una calificación de 76.5 muy arriba de la media nacional que es de 69.2; la región con la percepción de calidad más deficiente es la Centro Occidente -Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Nayarit-, con una calificación de 64.7 puntos.
Otra consideración a tomar en cuenta es el de “Valor por el dinero del servicio”, es decir la relación costo beneficio que perciben los usuarios, aquí, la media nacional es de 68.7; la región con mayor calificación es nuevamente la Noreste, con 75.7 puntos, en comparación con la Norte -Chihuahua, Coahuila y Durango- que califica con 63.3.
En todos los casos, la región Centro-Este, donde se encuentra Puebla, presenta niveles muy cercanos a la media nacional.
¿En qué consiste la diferencia de opiniones?¿Por qué la brecha es tan amplia?
Una de las respuestas puede encontrarse en la tecnología de conexión que se utilizan, y que, para 2020 señalaba el uso mayoritario de cable coaxial, con 40 por ciento; DSL, 32 por ciento; fibra óptica, 27 por ciento y 0.1 por ciento, satelital.
La danza de los números seguirá presentándose en la medida que se mejoren las tecnologías y los usuarios perciban que reciben un beneficio mayor o igual al gasto realizado; en un mercado en el que la renta promedio por hogar disminuyó entre 30 y 53 por ciento, de 2016 a 2021.
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