Hoy se presenta formalmente en México Mobility ADO, el nuevo paraguas corporativo del grupo Autobuses de Oriente (ADO), una organización que ofrecerá ahora soluciones integrales de movilidad terrestre tanto en América como en Europa.
“Ahora nuestra misión, más que transportar personas, es mejorar la calidad de vida de la gente a través de la movilidad”, explica Diego Landa Vértiz, director corporativo de RH y uno de los ejecutivos más cercanos al director general, José Antonio Pérez Antón.
Con esta nueva organización buscan crecer con más negocios y servicios tanto en los mercados donde ya tienen operaciones (México, Guatemala, España y Portugal) como en nuevos destinos. “Hay grandes oportunidades de expandirnos en Centroamérica y luego en Sudamérica en los siguientes tres años, así como en Europa, en Francia, Portugal y Noruega”, abunda.
En los últimos 10 años, ADO creció y sumó nuevos servicios de transporte terrestre. Además de los autobuses de larga distancia que son su emblema, operan metrobuses (Línea 3 de CdMx y dos en Puebla), transporte urbano (en 8 ciudades del país), tranvía (en Zaragoza, España), metro (en Granada, España), autobuses de turismo (Turibús en México y Avanza en España) y hasta bicicletas de uso compartido (en Madrid). Su desembarco en España hace cinco años les abrió la oportunidad de llevar su experiencia y también les ha servido de benchmark en temas de calidad, comodidad y servicios que hoy ofrecen a los 500 millones de pasajeros que mueven cada año.
Además, la empresa también opera estaciones y terminales de autobuses (450, siendo la más importante la Tapo de CdMx), centrales de control y monitoreo de Metro y autobuses en México y España, y hasta tiene una participación minoritaria en el Grupo Aeroportuario Asur.
“La movilidad es una necesidad primaria y hay enormes oportunidades de crecer en soluciones específicas. Nosotros hemos logrado la estandarización y control de nuestras operaciones, lo que las vuelve replicables”, destaca LandaVértiz.
Su modelo les permite crecer en mercados abiertos, como los autobuses de larga distancia donde los clientes directos son los pasajeros y en mercados concesionados, vía licitaciones con gobiernos.
En Europa, su plan es presentarse a las nuevas licitaciones de muchas de las concesiones que llegan al final de su plazo —desde que se privatizaron hace varias décadas— y también aprovechar la oportunidad de comprar empresas familiares de transporte que están haciendo su cambio generacional, lo que muchas veces resulta en la venta de las mismas.
“En el caso de México, tenemos muchas expectativas del nuevo gobierno porque en todas las ciudades hay rezagos en temas de movilidad. Y también vemos que podemos incursionar con el modelo de bicicletas en al menos 15 ciudades del interior”, agrega.
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