La casa de los abuelos nunca estuvo tan viva como en las pasadas vacaciones. Una familia original de tres hermanos, dos mujeres y un hombre, se multiplicó en 7 primos, dos yernos y una nuera. Este hogar llenó todos los espacios posibles, cocina, comedor, sala, patio trasero y hasta las escaleras se encontraban sitiadas por las visitas. Andrea y José, profesores de educación básica allá por los ochenta, hoy se encuentran jubilados y buscando formas de entretenerse. Sus tres retoños, dedicados a la química, ingeniería e historia, hoy son los encargados de organizar las fiestas, reuniones y toma de algunas decisiones que hoy sus padres quisieran omitir. Aquellas semanas de verano, junto con sus parejas e hijos, procuraron comer todos en la misma mesa, o al menos en el mismo espacio, y en lugar de platicar del futuro comenzaron pláticas del pasado. Entre algunas copas de vino, cerveza, te, café y jugos para los hijos, la sobremesa condujo a pensar en qué alimento fue el primero, la respuesta fue insospechable.
La historia de la humanidad es, en comparación con el tiempo de vida del planeta tierra, un chasquido de dedos. Sin embargo, no todos los elementos que hoy consideramos alimento crecieron y evolucionaron junto con la raza humana. En el mundo de los organismos microscópicos, uno de ellos data del periodo Cretáceo, hace aproximadamente 125 o 150 millones de años, este es el Saccharomyce cerevisiae, nada más y nada menos que la levadura de la cerveza. Cabe resaltar que en el periodo Cretáceo la fauna que dominaba el planeta eran los famosos dinosaurios; al mismo tiempo aparecieron las primeras plantas de floración que produjeron frutos, estos, a su vez, fueron los principales alimentos de las levaduras, por la cantidad de azúcar que contenían.
Dentro de la explicación bioquímica, resulta curioso cómo estas levaduras no aprovechaban los azúcares de la fruta en su totalidad. Esto debido a que, el resultado de la fermentación del azúcar es la producción de etanol, un alcohol que prácticamente es venenoso para los seres vivos. Sin embargo, dichas levaduras lograron generar dos versiones de este alcohol, uno para repeler a sus amenazas y otro como fuente de nutrientes. Con el paso del tiempo, los homínidos generaron la misma tolerancia al consumirlo por muchos años por medio de frutas que comenzaban un leve proceso de fermentación. Razón por la cual, durante la evolución humana se creó la enzima alcohol deshidrogenasa o ADH4, la cual actúa en el hígado descomponiendo el alcohol y aprovechando la cantidad de calorías que se encuentran en él.
Los minutos transcurrieron, entre risas, asombro e hipótesis, la familia dio un salto al pasado, donde tres generaciones usaron la imaginación y, las mayores, depositaron la semilla de la intriga y la investigación en los nuevos frutos.