El debate sobre la Inteligencia Artificial generalmente se da en los polos: la utopía oel apocalipsis. Para los tecno-utópicos, la IA resolverá todos los males, desde acabar con pobreza hasta la abundancia y ocio universales. Para los apocalípticos, los algoritmos fuera de control nos llevarána la extinción. Son debates sin duda atractivos, por extremos, pero poco útiles. Menos futurología y más enfoque en los avances que la IA muestra de manera cotidiana.
Más que solo centrarnos en si los algoritmos desarrollarán, para bien o para mal, superinteligencia (enfoque filosófico), debemos ocuparnos de las funcionalidades en las que, rápidamente, la IA está sustituyendo a las personas (enfoque adaptativo).
Como afirma Harari, la IA no es una simple “herramienta” como los artefactos emanados de las revoluciones tecnológicas previas, sino un “agente” en la toma de decisiones (Nexus). Y son muchas las decisiones que ya tomala IA, con profundas implicaciones para la humanidad, y para la universidad. Van algunos ejemplos.
En hospitales de China, algoritmos como Ping An Good Doctor y Tencent AI Labya diagnostican enfermedades y recomiendan tratamientos, con mayor precisión que los humanos. La decisión final y la evaluación es de los médicos, por ahora.
La IA también está siendo utilizada parael análisis jurídico y para anticipar el resultado de litigios. Por ejemplo, Lex Machina analiza datos de casos anteriores (miles) para predecir posibles resultados y ofrecer a los abogados estrategias de defensa o de acusación. Los casos y argumentos, además, los redacta el ChatGPT.
En economía y finanzas, los algoritmos toman el control de los mercados globales. Con el “trading de alta frecuencia” (HFT), por ejemplo, la IA toma decisiones de inversión en fracciones de segundo.
Es irónico que algunas de las profesiones y disciplinas más antiguas de la humanidad, enpocosmeses están siendo transformadaspor los algoritmos. Esto apenas comienza. La tasa de avance de la IA es exponencial.
La universidad, como en las anteriores revoluciones tecnológicas, debe repensarse desde lo curricular y lo pedagógico, y hasta en la manera de entender eso que llamamos “conocimiento”.