Cuatro apenas, van por más

Ciudad de México /

Uriel Chávez Mendoza, el presidente municipal de Apatzingán que ayer fue echado a la calle por autodefensas que lo acusan de templario, se burlaba de su correligionario con el mismo cargo de elección en Tepalcatepec, Guillermo Valencia, porque en esta demarcación (como también en La Ruana) brotaron (febrero del año pasado) los primeros grupos de civiles armados que han hecho de Michoacán, virtualmente, un estado de excepción.

Sin antecedentes partidistas ni experiencia política meritoria, el alcalde ahora proscrito (suele andar con cuatro guardaespaldas armados con fusiles R-15, de uso exclusivo de las fuerzas armadas) consiguió la candidatura gracias no tanto al PRI como al poder de persuasión de su familia, una de las más representativas de los cacicazgos locales.

Haiga sido como haiga sido, sin embargo, es el cuarto alcalde (los anteriores fueron los de Buenavista Tomatlán, Aguililla y Tepalcatepec), jurídicamente constitucional, desterrado por las autodefensas que, según advierten los líderes, van por la capital Morelia para expulsar a otros templarios

cmarin@milenio.com

  • Carlos Marín
  • cmarin@milenio.com
  • Periodista con 55 años de trayectoria, autor del libro Manual de periodismo, escribe de lunes a viernes su columna "El asalto a la razón" y conduce el programa del mismo nombre en Milenio Televisión
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS