Ensoberbecido pese al fracaso que lo tiene sumido en el ridículo, el estulto Hugo López-Gatell retó a las agrupaciones médicas a presentar una lista de dispuestos a trabajar en regiones apartadas y violentas donde la población carece de lo más elemental.
“Sería fabuloso que mañana tengamos un comunicado oficial, por ejemplo de la Academia Nacional de Medicina o de la Academia Mexicana de Cirugía o de la Academia de Pediatría, diciendo: ‘aquí está la lista, no de 500 sino de estos 13 mil médicas y médicos de distintas edades, de distintos grados de entrenamiento y de experiencia, que ponemos a disposición como asociaciones civiles’ para que vayan a las zonas marginadas de nuestro país” provocó, luego de cometer la desfachatez, sin que le sangrara la boca, de participar en la presentación de un libro sobre el exceso de muerte y la pandemia.
Quien supuso que el escenario de que se produjeran 60 mil fallecimientos por covid sería “catastrófico”; que escamoteó la gravedad de un problema cuya curva en varias ocasiones aplanó; que combatió el uso preventivo de cubrebocas y esparció el virus de la peste a sabiendas de que lo portaba, azuzó a los críticos de la contratación de 500 “especialistas” cubanos para que digan “aquí estamos nosotras y nosotros dispuestos a ir a la zona Tarahumara, o a los Altos de Chiapas, o a la Sierra Juárez en Oaxaca o a las zonas más desfavorecidas en Michoacán…”.
En complicidad con quienes atribuyen la ineficiencia del cuatroteísmo al neoliberalismo en que se formó y para el que trabajó, repitió que las carencias del sistema sanitario no surgieron en diciembre de 2018, sino son “una carencia histórica. Que nadie quiera negar que desde los años 80 entramos en un proceso de desestructuración del sistema nacional de salud”.
Pero la realidad siempre juega contra él: en vísperas de su bravucón desafío a las agrupaciones médicas, la Organización Mundial de la Salud reportó que en los dos años más intensos de la pandemia el exceso de mortalidad ligado al covid en México fue de aproximadamente 626 mil personas (matadas por la enfermedad y diversos factores ligados a la pandemia).
La cuenta en los cuentos de López-Gatell reconocida por la Secretaría de Salud quintuplica la catastrófica: 324 mil, pero actualizada por la OMS deja exhibido al “experto” como un inepto más de diez veces en sus pronósticos.
El organismo internacional informó que más de dos terceras partes del exceso de mortalidad global relacionado con la covid se concentraron en México, India, Rusia, Indonesia, Estados Unidos, Brasil, Perú, Turquía, Egipto y Sudáfrica, pero que en EU, Brasil o Perú las cifras coinciden con el número reportado por sus autoridades sanitarias en 2020 y 2021 (el saldo de la peste en el mundo lo calcula en 15 millones).
Más allá de que las asociaciones y colegios médicos no son el aviso oportuno, López-Gatell dijo también que los riesgos a la seguridad del personal médico son los de cualquier profesional.
Así que, cobardes, nadie se queje…
Carlos Marín
cmarin@milenio.com