La presidenta Sheinbaum se muestra más interesada en continuar la guerra contra el Poder Judicial que en articular una sólida estrategia frente a las amenazas que Donald Trump ya comenzó a cumplir.
Desde el puerto de entrada Hidalgo (Texas, cercano a McAllen), la reportera Liliana Padilla reportó ayer con Samuel Cuervo en MILENIO Televisión que arribaron a Reynosa los primeros repatriados procedentes de centros de detención de migrantes (y centenares de otros expulsados llegaron a Matamoros, también en Tamaulipas).
Pero mientras que Trump parece haber cuidado especialmente sus órdenes ejecutivas antimigratorias para que nadie se las eche abajo, en México ni siquiera se tiene una conducción definida en el desprestigiado Instituto Nacional de Migración: Sergio Salomón Céspedes quién sabe a qué se dedique, pese a que Sheinbaum anunció en octubre que el ex gobernador de Puebla relevaría en diciembre a Francisco Garduño Yáñez, quien continúa en funciones.
CNN averiguó que Trump hizo cambios medulares de personal en el Departamento de Justicia:
“La Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración supervisa el sistema de tribunales de inmigración de EU, donde los jueces deciden si los inmigrantes pueden permanecer en el país o ser deportados. Las remociones, que apuntaron a servidores públicos de carrera que han estado en la agencia durante varios años, desataron preguntas sobre si estaban permitidas bajo las reglas dictadas por la Oficina de Administración de Personal e ilustraron el empuje de la administración de Trump por poner a funcionarios que estén alineados con su visión política…”.
Entre tanto Sheinbaum, en lugar de enfocarse en el diálogo institucional para resolver la crisis constitucional que tanto afecta la confianza en el país, se ocupó de desvirtuar la naturaleza del encuentro que solicitaron y obtuvieron ministros de la Suprema Corte con su consejera Jurídica y la secretaria de Gobernación.
De la reunión, la Presidenta afirmó el viernes que lo que querían era “pedir más presupuesto”, lo cual es insidioso y nutre una narrativa polarizadora porque lo solicitado fue que los recortes presupuestales al Consejo de la Judicatura no afectaran, como se prometió, pero se incumplió, a centenares de trabajadores.
Las prioridades presidenciales preocupan, sobre todo cuando el panorama internacional exige una postura firme y coordinada del Estado mexicano ante los dichos y los hechos incendiarios de Trump y sus posibles repercusiones en el comercio, la migración y la seguridad.
Se requiere un gobierno concentrado en defender los intereses nacionales y no peleado con otro de los poderes de la República.
De manera despectiva, Sheinbaum dijo también:
“La Corte, una vez más, o la presidenta de la Corte y algunos ministros, están actuando en contra de la reforma que fue decidida por el pueblo de México...”.
¿Pues qué mentiras le reportaron la secretaria Rosa Icela Rodríguez y la consejera Ernestina Godoy...?