No fue montaje pero el misterio persiste

Ciudad de México /

Al queretano Mauricio Kuri González, coordinador de la fracción del Partido Acción Nacional en el Senado, le llovió tupido la semana pasada por denunciar “espionaje” en su oficina.

Su aseveración desató burlas y descalificaciones de las bancadas de Morena y partidos afines, pero ayer se supo que con ese tipo de artefactos, colocados en todas las representaciones partidistas, fue como se entregó en abril de 2011 el nuevo edificio senatorial, de lo cual quedaron constancias formales de entrega-recepción.

Las investigaciones a cargo de la Fiscalía General de la República siguen su curso y sin embargo ayer se filtró un dato medular de las mismas: Kuri no mintió.

El presidente de la Junta de Coordinación Política y líder de los morenistas, Ricardo Monreal, solo informó que la averiguación se desarrolla de acuerdo con el debido proceso y no se tienen todavía las conclusiones. Y en virtud de que el escandaloso incidente atropelló los trabajos legislativos, celebró:

“Con lo que hemos hecho ahora, se recupera la prudencia, tolerancia y mesura. Se da vuelta a la página y se permite que la autoridad investigue con toda autonomía y profesionalismo. Lo que se busca es acercarnos a un camino institucional y republicano, donde se respeten todos los puntos de vista y posiciones políticas...”.

Descartado pues un supuesto “montaje” de los panistas, resta despejar a plenitud las dudas porque resulta incomprensible que la totalidad de las oficinas de las coordinaciones hayan sido equipadas con equipos de grabación desde que se inauguró el edificio, y que de esto den fe las actas de entrega-recepción de los achichincles administrativos de entonces.

Quizá la FGR lo ignore, pero aquí va información que debe tomar en cuenta:

Instalada ya la legislatura actual, el coordinador a la sazón de los panistas, Damián Zepeda Vidales, presentó un “informe final” sobre una inspección realizada el 26 de septiembre de 2018 en los “servicios de telefonía y comunicaciones”, tanto en la sala de juntas como en su oficina y la de su asistente. Se revisó “todo el espectro de radiofrecuencias aéreas, infrarrojo aéreo, líneas de alimentación de voltaje e instalación telefónica local en busca de audio y/o video inalámbricas (...); verificación de la integridad del mobiliario, escritorios, lámparas, etcétera, en busca de violación de los mismos, a través de la revisión manual y ocular; inspección de los espacios libres entre los falsos plafones y losas de concreto; búsqueda de dispositivos de transmisión, alambrados inactivos, en muebles, paredes huecas y libreros (...) para saber si eran utilizados como elemento transmisor de audio”, bla bla bla.

Y aquí la nota que importa: “En la revisión no se encontraron dispositivos activos o inactivos, alambrados o inalámbricos de transmisión de audio o video...”.

Quienes revisaron para Zepeda, ¿no vieron lo que descubrió Kuri? ¿O sí pero lo dejaron allí? ¿Son otros los aprendices de espía los que los colocaron después...?

cmarin@milenio.com

  • Carlos Marín
  • cmarin@milenio.com
  • Periodista con 55 años de trayectoria, autor del libro Manual de periodismo, escribe de lunes a viernes su columna "El asalto a la razón" y conduce el programa del mismo nombre en Milenio Televisión
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