Prohibir no es "proteger"

Ciudad de México /

La Asamblea Legislativa del DF aprobó este bárbaro y estulto galimatías:

“Queda estrictamente prohibido presentar en espectáculos circenses; obsequiar, distribuir, vender y, en general, efectuar cualquier uso de animales vivos, tales como utilizarlos como premios en sorteos, juegos, concursos, rifas, loterías, para tomarse fotografías o cualquier otra actividad análoga”.

Por confusa que sea la redacción (y eso que aquí se medio enmendó su pésima puntuación), todo está dirigido a satisfacer un doble pero infame propósito: jugar a que se defiende a los animales y acabar con una sana diversión familiar (que disfrutan más que nadie las niñas y los niños).

Se alega como coartada que se quiere proteger de malos tratos (y hasta del martirio en casos extremos, hay que admitirlo) para que distintas especies representen lo que de manera natural no harían.

¿Qué se les ocurrirá a esos legisladores frente a los jaripeos, las carreras de caballos, los pajaritos que “leen” la suerte, la realización de exhibiciones caninas o felinas o la existencia misma de zoológicos…?

cmarin@milenio.com

  • Carlos Marín
  • cmarin@milenio.com
  • Periodista con 55 años de trayectoria, autor del libro Manual de periodismo, escribe de lunes a viernes su columna "El asalto a la razón" y conduce el programa del mismo nombre en Milenio Televisión
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