Algunos apuntes de la elección

Ciudad de México /

Condicionados por los tiempos de cierre para nuestro impreso, van algunos comentarios sobre lo que hemos visto en el último par de meses y que concluyó ayer con la jornada electoral en seis estados de la República.

Primero, la violencia. Habría que tener cuidado de celebrar que a comparación de la última elección o, mejor dicho, las últimas elecciones en ésta no se ha registrado el grado de violencia contra candidatos y en el momento de la votación que hemos visto. La de ayer es una jornada de alguna manera anormal en el sentido que solo en un estado, Durango, estuvieron en juego presidencias municipales, sindicaturas y regidurías; los puestos que el crimen organizado ansía controlar.

Dos. El INE funciona y la ciudadanía confía en él. Más allá de estos años de ataques irresponsables, como cada día de elección hay algunas quejas, algunas movilizaciones ilegales, enorme cantidad de reportes falsos magnificados en las redes sociales y a veces promovidos por algunos de los actores relevantes, pero las casillas se instalan y quedan en manos de ciudadanos; la ciudadanía va, vota, los votos se cuentan rápidamente, se hacen conteos rápidos y pronto tenemos resultados.

Tres. Nuestros encuestadores siguen dejando mucho que desear, sobre todo en lo local. Tamaulipas, el mejor ejemplo hasta donde conocemos resultados a la hora de cierre y entendiendo la problemática que muchos encuestadores relatan de encuestar en vivienda en ese estado. Pero basta ver los estados competidos de ayer y compararlos con lo que algunas encuestadoras decían hace no muchos días.

Cuatro. Hay un valor en ser oposición en este México tan afectado desde hace tanto tiempo en lo económico y social. Si en verdad creemos que elecciones como las de ayer son locales, en la mayoría de los estados, hasta el momento que entrego este texto, parece haber ganado la oposición como había ganado hace seis años. En Oaxaca gobernaba el PRI, pero después de seis años de la alianza que encabezó Gabino Cué. En Quintana Roo, Carlos Joaquín había llegado desde la oposición. En Tamaulipas, Cabeza de Vaca fue el primer no priista en gobernar el estado. Hidalgo nunca había visto la alternancia. Ahora parecen haber perdido. En Durango parece que llegará un priista, sí, en alianza, a sustituir a un panista.

Tal vez, solo tal vez, porque las elecciones son más una calificación del que se va que una apuesta sobre quien llega.

Carlos Puig

@puigcarlos


  • Carlos Puig
  • carlos.puig@milenio.com
  • Periodista. Milenio TV, Milenio Diario y digital, de lunes a viernes. Escucho asicomosuena.mx todo el tiempo.
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