El calderonismo y la sopa del mismo chocolate

Ciudad de México /

En las semanas previas a que muriera en el avión que se desplomó en Paseo de la Reforma cuando acompañaba a Camilo Mouriño, conversé varias veces con José Luis Santiago Vasconcelos, en aquellos días a cargo de la implementación del nuevo sistema de justicia penal. Yo quería que fuera mi primera entrevista en Milenio Tv, que nació en octubre de aquel año.

Un tema permeó aquellas tres conversaciones privadas. De varias maneras, con la discreción que lo caracterizó, pero sin ocultar su molestia, Santiago Vasconcelos estaba preocupado. Sabía que se había iniciado en la PGR una investigación en contra de los responsables de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada, personas que habían trabajado con él cuando había sido su titular. Los rumores decían que la investigación lo incluía.

“Mira —me dijo Santiago Vasconcelos—, si estos cabrones se corrompieron que se los chinguen, pero más vale que tengan los pelos de la burra en la mano y sea cierto, no solo tres declaraciones de testigos comprados por los gringos, porque están a punto de destruir el aparato que da sustento legal a todo lo que están haciendo en la guerra contra el narcotráfico. Sin Siedo, la guerra se queda en puras balas”.

Unos días después del avionazo se anunció la operación Limpieza, en la que arrestaron a quien fue mucho tiempo su mano derecha, Noé Ramírez Mandujano, quien lo había sustituido en Siedo y se había convertido en una especie de zar antidrogas. Con él fueron detenidos varios de sus colaboradores. Las pruebas: una colección de testigos protegidos que venían del narco, colaboradores cercanos de capos, entre ellos, quién creen: El Grande, aunque el importante era “Jennifer”, un supuesto abogado del cártel de Sinaloa. Los arrestos habían tenido el visto bueno del entonces procurador Eduardo Medina Mora y del presidente Felipe Calderón. La operación estuvo a cargo de Marisela Morales.

Todos los arrestados salieron libres y exonerados. Ramírez Mandujano después de cuatro años en prisión. Lo que habían dicho los “testigos” era falso.

En mayo de 2012 por las declaraciones de “Jennifer”, la PGR detuvo al general Tomás Ángeles Dauahare y otros soldados. Igual que con la operación Limpieza, los arrestados fueron liberados y exonerados por un juez un año después.

“Jennifer”, dicen, anda feliz y libre en EU testificando en juicios del narco mexicano. Y la guerra se quedó en puras balas.

Carlos Puig

@puigcarlos

  • Carlos Puig
  • carlos.puig@milenio.com
  • Periodista. Milenio TV, Milenio Diario y digital, de lunes a viernes. Escucho asicomosuena.mx todo el tiempo.
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