En medio de la crisis de la gasolina, ayer se dieron dos notas que podrían ser el inicio de un escándalo de gran magnitud.
En la mañana, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y a mediodía Ernestina Godoy, la procuradora de Ciudad de México, dijeron fundamentalmente lo mismo. Sus antecesores le mintieron al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública a la hora de reportar los delitos en sus estados. Así.
Esos reportes, esas cifras, sirven para elaborar políticas públicas, detectar variaciones y movilizar fuerzas y recursos, en fin, la radiografía de la delincuencia del país para tomar decisiones.
Pues no tanto.
Según lo informado por Alfaro, en varios delitos se reportaba al sistema 20 por ciento de éstos. Valga la aclaración, esto no es cifra negra o no denunciada, estaba en carpetas de investigación y simplemente no llegaba al reporte final.
Explicó Alfaro que, tras hacer una primera revisión, se detectó que en 2017 solo se reportó 71 por ciento de los delitos ocurridos en la entidad, mientras que en 2018 se reportó 73 por ciento.
En el caso de CdMx así lo explicó ayer la procuradora: dijo que hizo un “arqueo” de 13 mil carpetas de investigación “que estaban clasificadas como denuncias de hechos, de esas analizamos 5 mil, y de esas 5 mil en 3 mil 200 están mal clasificadas, en el tema de homicidios, por ejemplo, no es una cifra muy grande, de alrededor de 55 homicidios que no fueron reportados como tal. Pero tenemos casos más escandalosos como puede ser el tema de violación, lo tienen como denuncia de hechos, luego pasaron como abuso, como hostigamiento, pero cuando los lees es violación. Estamos haciendo ese análisis”.
Dijo Alfaro que ha hablado con Alfonso Durazo de hacer una auditoría de todas las cifras del sistema. Ya veremos si se hace y cuáles son los resultados; por lo pronto, pensemos que no había mala fe y que simplemente, también haciendo eso, las procuradurías estatales eran el desastre que ya sabemos que son a la hora de investigar delitos.
O pensemos lo otro: que, en ese asunto, ni más ni menos en eso también los gobernadores engañaron.
@puigcarlos