En México hay 248 mil 361 personas en prisión. El mayor número en, por lo menos, los últimos 10 años.
El aumento mensual es notable desde que tomó posesión la presidenta Claudia Sheinbaum. Trece mil más de los que había en octubre del año pasado duermen tras las rejas. Para entender esta cifra hay que entender que así como hay ingresos, hay egresos. En junio de este año, por ejemplo, hubo 15 mil 878 ingresos y 14 mil 52 egresos.
Dice la Constitución mexicana, la misma que Morena dice es como su Biblia:
Artículo 20: De los derechos de toda persona imputada: A que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la causa.
Van los números: De las 248 mil 361 personas en prisión, 150 mil 661 están sentenciados, 60 por ciento. El resto, 97 mil 710, no tiene sentencia.
Casi 100 mil personas (seguramente en julio ya se llegó a ese número) están en prisión, cuando la Constitución dice que se presume su inocencia.
Conocemos el amor de la 4T por meter gente a la cárcel y que ahí se queden. Desde el sexenio pasado ha aumentado hasta el absurdo el número de delitos que ameritan prisión preventiva de oficio, es decir, aquella en donde el juez no tiene nada que decir con base en la situación del imputado y la presunta víctima. La hoy Presidenta también es fan de ese modelo condenado por las instituciones globales que defienden los derechos humanos.
No solo eso, nada disfruta el secretario García Harfuch como mencionar el número de detenidos cada vez que informa en la mañanera. Miles y miles. Vaya usted a saber cuántos son culpables.
Ahora, cuando disfrutas tanto meter gente a la cárcel, no estaría mal tener lugares para acomodarlos.
En el país hay lugar para 224 mil 206 prisioneros distribuidos en 275 centros de reclusión estatales y federales. Si usted llegó a este renglón, pues ya se dio cuenta de que faltan lugares para 23 mil 855 personas.
Lo peor, tal vez, es la concentración de esta sobreocupación (muchos centros de reclusión tienen lugares de sobra). Las prisiones de cinco estados deben parecerse a un infierno, sobre todo en Estado de México, que tiene una sobreocupación de 22 mil 317 recluidos. Sonora, 5 mil 232; Durango, 2 mil 448; Chiapas, 2 mil 101 que no caben, y Morelos con 2 mil 5.
Así la “justicia”. Todos los datos son del más reciente informe del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Reinserción Social.