Dos eventos del día de ayer son un buen resumen del trágico futuro del país.
Por una parte, los eventos en el Senado de la República, que ya habrá tiempo y días para discutir en detalles, y todo lo que muestran de dónde está la política del país y la voluntad y los métodos para ejercerla de la mayoría con tal de destrozar y quedarse con el poder que no tenían, el Judicial.
Y el evento en que Claudia Sheinbaum se reunió con las fuerzas armadas del país y les dirigió un discurso en donde repitió lo que desde hace seis años lleva diciendo López Obrador, y refrendó que las cosas seguirán igual o mejor para las fuerzas armadas: “Fortaleceremos la Guardia Nacional como parte de la Secretaría de la Defensa y les convocaré para seguir apoyando en la construcción de grandes proyectos estratégicos, como trenes al norte y nuevos puertos. Son y van a seguir siendo los tiempos de las hazañas pacíficas”.
Ambas cosas son clara proyección del país que viene, uno punitivista, autoritario en donde los derechos humanos y otros derechos estarán a merced de quien gobierne, no de la ley.
Porque no hay que olvidar que, aunque ahora el foco está en la reforma al Poder Judicial, la que viene atrasito, la que en verdad le importa al Presidente y a Sheinbaum es la que entregará la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa, pero no solo eso. La reforma también amplía la jurisdicción de los tribunales militares. Otorga la facultad al Presidente para que pueda disponer del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional en tareas de seguridad pública de forma permanente, no como era de manera temporal y condicionada. Y modifica la Constitución para que los militares puedan participar en cualquier tarea. Más militares y menos recursos y vías para los ciudadanos que sufran de sus abusos.
Mucho se escribirá en el futuro de esta transición no solo presidencial, sino a otra forma de gobierno. Mucho se escribirá —especulará, para ser más precisos— en los siguientes días de cómo utilizará la próxima presidenta todo ese poder. Se encontrarán culpables, que si el Presidente, que si la oposición, que si… pero habrá que recordar el 10 de septiembre.
Y tal vez ilustrarlo con la foto de Miguel Ángel Yunes y Félix Salgado Macedonio; sí, ellos anunciando, como lo hicieron, el futuro que se nos viene encima.