La guerra (casi) silenciosa que durante tres años libraron Santiago Nieto, en sus tiempos en la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, y el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz, ha invadido las páginas de los medios en días recientes.
Filtraciones de documentos, de peticiones, de denuncias anónimas que revelan las propiedades y gastos de ambos. No hay que preguntarse mucho de dónde vienen, ese pleito fue siempre claro.
A esto hay que añadir la temprana carrera por el 2024 y todas las posiciones, no solo la presidencial, que en los próximos años están en juego además de las cuentas por entregar después de seis años de ejercicio del gobierno, y el coctel está listo para que veamos cada vez más información sobre los actores con mensajes claros de sus enemigos, ya sea por ambición o por revancha.
El Presidente quiere culpar a los medios —nada raro—, pero la verdad es que lo que vamos viendo publicado viene de documentos en poder del gobierno, de su gobierno. Los medios hacen su trabajo.
Fue una intervención temprana del Presidente la que evitó que la tragedia del derrumbe del Metro fuera utilizada por los dos principales aspirantes a la candidatura de Morena, pero ni puede intervenir en todo ni se tiene, en diciembre de 2021, el mismo control sobre el gabinete y otros funcionarios que se tenía los tres primeros años.
Las cosas solo se pondrán peor. Y muchas la veremos en la mañanera. Porque el Presidente y su equipo de comunicación han permitido desde hace tres años que en eso se conviertan. Ayer, después de lo publicado sobre Nieto, Gertz, Esquer, alguien preguntó sobre un senador de Morena en un avión privado.
Pidió el Presidente a quienes asisten a las conferencias: “Entonces, que ustedes tengan cuidado para que los competidores no utilicen este espacio para hablar mal de sus rivales o adversarios o los otros precandidatos; no nos metamos en eso. Y que si hay una denuncia formal, presentarla a la fiscalía, pero que no nos metamos en la cuestión electoral, porque sí se afecta, se degrada este espacio, este diálogo que tiene muy buen nivel por ustedes, porque aquí se ventila todo; no hay censura, se hacen denuncias con límites, siempre buscando que haya pruebas, que no haya linchamientos políticos en contra de nadie”. Esto, tres años después de innumerables linchamientos con tan solo una pregunta.
Carlos Puig
@puigcarlos