Salió caro el día de la fiesta

Ciudad de México /

Claudia fue Claudia, Morena y sus acompañantes fueron, pues eso que son, Morena y sus acompañantes. Y la oposición fue… ¿fueron, asistieron? Queda claro que al menos Claudia no los vio, porque ni un lazo les echó.

Sin sorpresa, un discurso bien estructurado y bien leído, pero que bien podría haber escrito el hombre que se despedía salvo, por supuesto, la mejor parte, la celebración de las mujeres mexicanas con las que cerró el discurso.

El resto, pues lo que ya sabemos con otras palabras. Todo va muy bien, si solo lo analizamos con “cabeza fría”. Todo muy bien.

Salvo, sin aceptarlo explícitamente, la seguridad, aunque insistió como el presidente que se fue en lo de las causas como el número uno de su eje.

Aquí me atrevo a hacer un comentario: si llevamos seis años tan bien en lo económico, si tanto hemos gastado en programas sociales para jóvenes, ¿por qué las cosas en seguridad siguen como siguen?. Hay, ha habido en estos años una especie de condena a los jóvenes. Siempre que se habla de “las causas” de la violencia y la inseguridad se habla de que hay que dar oportunidades y garantizar derechos a los jóvenes. Lo dijo ayer la Presidenta. ¿En serio? Son los jóvenes los culpables. No sé.

En redes y algunos medios se emocionaron muchísimo, muestra de un nuevo “tono”, dijeron, porque la Presidenta saludó a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia al llegar a la tribuna del Congreso. Salvo que lo cortés no quita lo votado ni las convicciones, como se demostró cuando después frente a la misma ministra defendió la reforma judicial y aseguró estar “segura de que en unos años todas y todos estaremos convencidos de que esta reforma es lo mejor”.

El evento en el Zócalo repleto fue un mitin como los de campaña, repitiendo las consignas que popularizó su presidente favorito, hizo el mismo rito de su presidente favorito, con 100 compromisos, la mayoría incluyendo gasto, gasto, gasto y nada de reforma en los ingresos; sí, el segundo piso va a costar y hay que bajar el déficit ¿o ya no?

Claudia estuvo feliz y bien todo el día. Pero se acabó la fiesta. Hoy arranca lo de verdad. La falta de dinero y la necesidad de cumplir lo prometido. Suerte, pues.

Último apunte: Extraños tiempos que vivimos en los que los políticos que se dicen legisladores dedican más esfuerzo a hacerse una selfi con sus líderes que a leer las iniciativas que aprueban. En fin, tiempos de TikTok, diría el ex ministro.


  • Carlos Puig
  • carlos.puig@milenio.com
  • Periodista. Milenio TV, Milenio Diario y digital, de lunes a viernes. Escucho asicomosuena.mx todo el tiempo.
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