Esta semana, si no sucede algo imprevisto, el Senado de Estados Unidos constituido en tribunal para juzgar las acciones de Donald Trump respecto a Ucrania lo exonerará de la acusación que la Cámara de Representantes hiciera en su contra.
Lo hará después de haber decidido no permitir testigos en el procedimiento para quedarse con las presentaciones y discusión con los acusadores y la defensa del presidente.
Lo hará a pesar de que varios senadores republicanos han aceptado los hechos fundamentales de la acusación: que Trump retuvo ayuda económica para Ucrania aprobada por el Congreso con tal que en aquel país se iniciara una acusación contra un adversario político —Joe Biden— rumbo a la elección de finales de este año.
Después de documentos, declaraciones, testimonios, algunos en la Cámara de Representantes, otros en los medios de comunicación, la única lógica posible era la que los republicanos utilizaron en estos días: la conducta del presidente, inapropiada, no alcanza el estándar que marca la Constitución para echarlo de la Casa Blanca.
Así, el Partido Republicano se ha entregado por completo a un presidente que, por cierto, nunca fue, y quién sabe si hoy lo es, republicano.
La votación que evitó los nuevos testigos y que por lo tanto aceleró la exoneración de Trump le ha dado la oportunidad al ocupante de la Casa Blanca de disfrutar y hacer política en la extraña manera que inventó hace unos años Fox News cuando Obama era presidente: una entrevista previa al Super Bowl, en el canal que transmite el partido, el evento televisivo más visto en Estados Unidos. Y la entrevista la hizo Sean Hannity, el conductor preferido de Trump, uno de sus principales propagandistas con enorme rating.
Frente a la celebración trumpiana, los demócratas intentan encontrar un candidato o candidata, pero más importante: una narrativa que sea más que “anti-Trump”. Eso comienza hoy, en Iowa y se vuelve intensa hasta llegar al 3 de marzo con el supermartes. Para ese día, 19 estados habrán votado en las primarias y las cosas estarán más claras. Por lo pronto, Trump celebra.
@puigcarlos