Los ingleses pueden reivindicar con legitimidad la paternidad del futbol porque fueron ellos quienes le pusieron reglas a un juego que durante siglos había sido caótico. Pero también por otra razón, quizá de más peso: porque fueron ellos quienes lo exportaron a los rincones más remotos del planeta. El futbol llegó a todos los lugares donde llegó el comercio y la inversión del Imperio Británico hacia finales del siglo XIX, cuando el mundo entero vivió la más intensa experiencia de globalización conocida hasta ese momento en la historia de la humanidad. El futbol fue una expresión de esa globalización.
El primer club de futbol en el mundo, el viejo y legendario Sheffield, fue fundado en 1857 en Inglaterra. Después surgieron otros grandes clubs, como Aston Villa, West Ham y Manchester United. Todo el país comenzó a jugar futbol, cuya popularidad coincidió en efecto con el auge del Imperio Británico. El juego fue llevado al resto del mundo, gracias al Imperio. En 1872, los obreros del South Western Railway tenían un equipo en Le Havre, Francia; en 1874, los marineros de la armada británica jugaban a la pelota en las playas de Botafogo, Brasil. En México, el primer equipo de futbol fue el Pachuca Athletic Club, fundado en 1900 por las compañías inglesas que tenían minas de plata en Mineral del Monte, Hidalgo.
El Pachuca Athletic Club, campeón en la temporada 1904-05, tenía jugadores que, al principio, eran todos ingleses, como Al Crowle y Fred Williams, así como también Francis Harris, que a pesar de haber perdido la vista de su ojo izquierdo tenía una gran colocación debajo del marco y un instinto extraordinario para atajar. El futbol era un deporte impulsado por ingleses y jugado por ingleses. Fueron los ingleses residentes en la capital quienes fundaron en 1901 el Reforma Athletic Club, el primer equipo de la Ciudad de México, y fueron ellos quienes poco después, en 1902, fundaron otro equipo más, también viejo y legendario: el Club Británico. En el Pachuca Athletic Club apareció por esas fechas el primer mexicano que jugó al balompié en el país: su nombre era David Islas.
El mundo empezó a jugar futbol en todas partes. Para coordinar las asociaciones que surgían aquí y allá fue fundada, en 1904, la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), que conoció sus primeros años de esplendor entre 1921 y 1954, cuando fue dirigida por el abogado y árbitro Jules Rimet. La copa que lleva su nombre fue ganada por Brasil (el equipo de Pelé) en una de las más grandes copas del mundo de todos los tiempos: el Mundial de México 70. La que lleva el nombre de la FIFA será disputada este domingo en Qatar. Habrá mucho que discutir sobre este Mundial, después de la final. “Lo que más sé, a la larga, acerca de la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al futbol”, dijo Albert Camus, quien llegó a ser legendario como guardameta del Racing Universitaire Algérois, en el país donde nació y creció: Argelia. Una de las lecciones que aprendió, dice, fue que la pelota no siempre llega del lugar más esperado. Todo puede pasar en el futbol.
Carlos Tello Díaz