Y el elefante irrumpió

Jalisco /

En las últimas dos semanas irrumpió en la discusión nacional uno de los mayores riesgos que el régimen quería mantener en el clóset, pero que en realidad era el elefante en la sala.

Aunque desde marzo de 2020 se conocieron públicamente imágenes -un pequeño video grabado en la sierra de Badiraguato, Sinaloa- que a cualquier persona le demostraría una sospechosa cercanía del poder con la familia de uno de los capos más importantes del mundo, desde la narrativa oficialista se quiso hacer pasar ese saludo a pie de carretera como un encuentro fortuito, casual y sin trascendencia política ni jurídica y mucho menos penal.

Ese encuentro que para cualquier Presidente del periodo democrático del México del PRIAN hubiera sido atroz, imperdonable y lo hubiera orillado a separarse del cargo, ahora la estrategia palaciega la vistió artificialmente de un ropaje de inocuidad que a algunos despistados convenció de que el encuentro en la serranía fue solo la atención educada de una autoridad hacia una persona de la tercera edad mientras que otros -fieles a su nuevo dogma- contraatacaron con aquella vieja trillada de “…pero García Luna fue más”.

Como se planteó aquí desde el 15 de marzo de 2023 (Los peligros de AMLO III), ese poderosísimo actor “innombrable” conformado a su vez por diversos pero poderosos grupos representaba una presión real que en cualquier momento podría aparecer para cobrar facturas al régimen al sentirse no atendido en sus compromisos y exigencias.

Evidentemente no es casual que estas acusaciones y evidencias surjan en la víspera de los comicios del próximo 2 de junio, sus anteriores aliados -que ahora se sienten traicionados- también saben de política y saben cuándo pueden presionar y obtener más de quien habría pactado con ellos.

“En otros países estos grupos han generado desestabilización política y de seguridad, abaten a personajes de muy alto nivel o allegados al poder para someter al gobierno en turno”. Así, las confesiones de capos, la aparición de videos de políticos con delincuentes y la descomposición en estados como Guerrero parecen ser apenas el comienzo de una larga noche para quienes habrían pactado ingenuamente con el “innombrable”.


  • Celso Mariño
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