No hay nada tan inútil como hacer con gran eficiencia algo que no debería haberse hecho en absoluto” - Peter Drucker.
“Si hay un interés genuino en redefinir la estructura para tener oportunidades de mercado, debemos pensar en la forma en que se ajustarán los recursos clave (tiempo, dinero, personas, tecnología). Entonces, con una base objetiva, definiremos qué estrategias tienen mayor posibilidad de permitirnos alcanzar los nuevos objetivos. Esto es trabajar con posibilidades y no con capacidades”.
Lo anterior lo he dicho de diferentes formas en distintos foros, e incluso me costó el trabajo fijo que tenía, ya hace bastantes años. A veces se entiende y a veces no. En ocasiones se aplica, en otras no. Como consultor, entiendo que cuesta (emocionalmente) escuchar algunas verdades; cuesta liderazgo, y pesa el ego.
La idea central es entender que, independientemente del tipo de tamaño de tu empresa, es tu responsabilidad crear, reconocer y aplicar soluciones sostenibles optimizando los recursos existentes. Por ello, te comparto tres ángulos que (si quieres) puedes usar para mejorar tu toma de decisiones. Pregúntate: ¿esta idea (solución, propuesta) es…
…viable? Es decir, ¿existen condiciones en el macroentorno que nos indiquen que esto se haya realizado? Esto es benchmarking.
…posible? Evaluamos nuestras propias capacidades para poder generar ese cambio, con base en lo investigado en el punto anterior.
…deseable? ¿Existe un buen nivel de interés de los mercados, o al menos de un segmento que haga rentable está nueva oferta?
Liderar por intestinos u ocurrencias no genera los mejores resultados. Ser sensible, creativo o emotivo no está mal, pero para dejar un legado requieres un acompañamiento de gestión estratégica que aterrice tus ideas. Tú decides.
Alea iacta est. Éxito.