Después del brote del COVID nada está siendo igual. La comunicación virtual ha sido el principal recurso del que hemos echado mano y nadie sobrevive sin teléfono o dispositivo móvil.
Han pasado más de cuatro meses y la mayoría de los mexicanos hemos estado conectados con total dependencia a nuestros aparatos que son parte de nuestra vida.
El uso de las redes (con todo y chat, facebook y twitter), se han vuelto vitales para “saber ser y estar” en comunidad.
Además de saber ser y estar en tiempos aciagos, debemos saber funcionar al lado de la tecnología donde el teletrabajo, la educación en línea, la justicia remota entre tanas actividades que haremos de manera virtual, nos obliga a preguntarnos:
¿Qué tan protegidos estamos de amenazas en tiempos de virus en el ciberespacio y no precisamente del COVID19?
La realidad es que no estamos preparados. Todos somos vulnerables a los ataques, a posibles fraudes y a ser víctimas de ciberdelincuentes que acechan con ingenio y perversión en el ciberespacio.
Nuestras cuentas de redes sociales y aplicaciones (que están en el espacio y en las nubes), están en constante amenaza donde la suplementación y el robo de identidad se presentan como gran dolor de cabeza para la justicia.
El problema afortunadamente saltó antes de la pandemia. La senadora por Baja California Sur Lucia Trasviña Waldenrath de MORENA ha presentado una iniciativa que crea la Ley de Seguridad Informática y esta a su vez, la Agencia Nacional de Seguridad informática (ANSI), así como modificaciones al código penal federal para proteger con progresividad los derechos de los cibernautas ante una nueva era de “ciberciudadanos”.
En palabras de Jorge Bravo investigador en telecomunicaciones sobre el tema señala: “Las actividades en el ciberespacio tienen una importancia cada vez mayor, pero los riesgos asociados a estar conectados también se han incrementado y lo harán en un futuro”.
Riegos que todos estaremos enfrentando de no aprobarse la iniciativa presentada por MORENA.
El reto en tiempos de andancio es construir una ciudadanía digital segura, donde estemos protegidos y resguardados de ataques, ciberdelitos, fraudes, robos de identidad y de la delincuencia organizada donde la realidad virtual es, en muchas ocasiones, más importante que la real en tiempos de TIK TOK.
@CUAUHTEMOCARMONA