Cielito lindo: Canta y no llores

  • Agora
  • Cuauhtémoc Carmona Álvarez

Ciudad de México /

Como decía el poeta: “El ave canta, aunque la rama cruja” y en efecto, en momentos definitivos y definitorios como los que está viviendo Acapulco y todo el estado de Guerrero desde nuestras conciencias, todos los mexicanos retomamos esa solidaridad tan genuina y especial, la misma que nos recuerda que unidos podemos abrir frentes ante la desgracia, el desánimo y dolor. Canta y no llores entonaba un mariachi el cielito lindo en pleno huracán en Acapulco…

Los mexicanos nos jactamos de cantarle a todo. A la muerte, a la mala fortuna, a las desgracias propias y a ajenas y tal vez ese espíritu indómito, irreverente y atrevido (heredado de nuestros ancestros), que nada nos derrota y tumba por más fuerte que sean nuestras caídas se aparece cada vez que la desgracia y el desánimo acecha.

Por desgracia la desgracia nos une y nos invita a realizar un alto en el camino para seguir cantando sin que se pierda la fe y la esperanza de que Acapulco se volverá a poner de pie. En todos lados de Guerrero en el fondo la gente está confiada que todo se restablecerá y así tiene que ser. La historia en México nos ha dado muchas lecciones. Solo los miserables le apuestan a la ruina y destrucción permanente. La carroña se alimenta de muerte…

Resulta difícil pensar o articular un pensamiento positivo, alentador, cuando todo nuestro contexto está cargado de noticias catastróficas con olor a muerte. Sin embargo, más allá de los agoreros del apocalipsis y las aves de carroña que se abalanzan sobre la desgracia y muerte, el gobierno de la cuarta transformación responde al desastre ocasionado por el huracán otis.

Nuestro ser mexicano nos llama a un mejor estado anímico aún en medio de la tempestad (en el sentido literal) y de la oscuridad que parece no derrumbarnos: ni terremotos, ni crisis económicas, ni huracanes devastadores ni los malos gobiernos que desean regresar, han podido con la gracia y voluntad del pueblo de México.

Podemos perder el equilibrio por momentos, sin embargo no es la constante a pesar de la desgracia y del utilitarismo que hacen de la misma. La oposición carroñera quiere hacer un tema político electoral, sin embargo no son aquellos tiempos donde se robaban los recursos para la recuperación o lucraban con la desgracia y el dolor.

Por gracia recuperamos siempre nuestra voz y el espíritu de lucha. Estamos de pie y seguimos caminando, apoyando, dándonos los unos a los otros, intentando vivir el “amaos los unos a los otros” en la gracia y en la desgracia. Estoy convencido que el ave puede cantar en la tormenta porque conoce lo que son sus alas. Acapulco se levantará nuevamente y volverá a brillar. La esencia del mexicano se resume en una canción: Cielito lindo, canta y no llores aunque den ganas de llorar…


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