Elecciones y la consolidación de la 4T

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  • Cuauhtémoc Carmona Álvarez

Laguna /

Cada vez que hay elecciones invariablemente me viene a la mente Maquiavelo como el artífice del pensamiento político moderno y uno de los grandes teóricos del poder para los científicos sociales. 

Para los grillos levadura ideológica para aferrarse al hueso y a las canonjías para servirse justificando sus fines perversos.

En la última década el latrocinio y servirse de las instituciones corrompidas fue la constante.

Las campañas electorales han comenzado y para la oposición derrotada (esa que defiende el viejo régimen, la corrupción y la desfachatez), harán todo lo posible por recuperar el poder en algunos estados y mantenerse utilizando todos los artilugios para descarrilar la transformación del presidente López Obrador con la ayuda del INE de Lorenzo Córdova pero esa, esa es otra historia.

Ahora resulta que Morena es la destrucción de México. 

Decir que es un peligro ya no les funciona y la creatividad de sus grises campañas quedan castradas por la voluntad de una ciudadanía harta de plataformas sin contraste construidas desde el resentimiento y odio encabezadas por empresarios y periodistas que dejaron de lucrar con recursos públicos.

Afortunadamente las campañas electorales han tomado un nuevo giro cuando el ciudadano llamado Juan Pueblo es consciente del cambio y la transformación, donde estamos dejando el “subjetivismo” de sentirnos dominados por una clase política rancia con el linaje de la corrupción y la desfachatez.

La clase política en extinción desplazada por la 4T donde se entiende claramente que el poder es servicio y no un mecanismo de dominación Weberiano (entre los que mandan y los que obedecen), está desfigurando el ritus de quienes no “agarran la onda” que el neoliberalismo está en crisis junto con los tecnócratas y que la mayoría de los mexicanos estamos hartos de impunidad y corrupción propiciados por los modelitos ajenos al pueblo.

El poder no es un botín a repartirse cada seis o tres años por mafiosos e impresentables “clasiracistas” con aroma a Chanel.

El discurso y la oferta política de quienes se oponen a la transformación pareciera es lo que menos importa. 

Tratan de confundir con engaño y simulación. Sin contraste quieren dislocar un cambio profundo en estados, congresos y municipios donde está de por medio consolidar el cambio o retroceder.

Para quienes estamos convencidos del cambio no hay vuelta atrás. Hay que quemar las naves de una vez por todas, pues no habrá otra oportunidad para el afianzamiento histórico de la 4T.

Ayer, desde comunidades rurales desde el brazo de la patria (la paninsula de Baja California Sur), fui testigo que la gente está hasta la madre de los conservadores y de los que han tenido al pueblo en eternas cuarentenas.

El Senador con licencia Víctor Castro y el profesor Oscar Leggs (ambos con trayectorias de incansable lucha social por décadas), encienden el ánimo afirmando con entusiasmo y alegría que “con el pueblo todo y sin el pueblo nada”. 

Eso a los mafiosos del poder les retuerce pues entienden al poder como mecanismo de dominación.

El interés colectivo está por encima de cualquier interés y eso es lo que mantendrá al movimiento pues : 

“No puede haber grandes dificultades cuando abunda la buena voluntad.”. 

La disyuntiva en 15 estados el próximo 5 de junio está en consolidar la transformación o retroceder.


@cuauhtemocarmona

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