Ifigenia, mujer de raza fuerte

  • Agora
  • Cuauhtémoc Carmona Álvarez

Laguna /

Hay sentencias en la vida que son innegables. Dos de ellas las he comprobado como ley de vida: Infancia es destino y, en nuestro nombre llevamos la virtud o la penitencia. 

Soy la suma de lo que he aprendido desde mi niñez. Recordando a Freud, el recuerdo de nuestra infancia determina nuestro ser.

Me enseñé a cantar con Chabelo y Cepillín sin descuidar mi nombre de bautizo (impuesto por la abuela Carmen), que significa “águila que desciende”. 

Desde niño corregía a quien me decía “águila que cae”. Explicaba la diferencia entre caer y descender.

Cuauhtémoc proviene del náhuatl moderno Kwāwtemōk, “ave en descenso”. 

Pero no es mi intención dedicar esta columna a la autobiografía de un servidor sino unas palabras a la Maestra Ifigenia, referente de la izquierda mexicana y presidenta de la Cámara de Diputados acaecida el sábado en la Ciudad de México.

La palabra Ifigenia proviene del griego Iphigeneia que significa: “Mujer de raza fuerte” y según Wikipedia “era la hija del rey Agamenón y la reina Clitemnestra, y fue pedida en sacrificio a Agamenón para continuar su navegación a Troya”. 

El origen del nombre está en la mitología griega.

Ifigenia Martha Martínez y Hernández, mejor conocida como la Maestra “Ifigenia” nació en la Ciudad de México un 16 de junio de 1930. 

Murió el sábado a los 94 años despidiéndose de forma apoteósica entregando la banda presidencial a la primera mujer presidenta de México, Claudia Scheinbaum.

La mujer de raza fuerte (Ifigenia), fundó junto Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo el Partido de la Revolución Democrática (PRD), en 1989. 

Fue la primera senadora electa por un partido de oposición cuando el viejo régimen estaba en su apogeo. Fue diputada federal en cuatro ocasiones y senadora en dos periodos.

El Senado de la República le otorgó en el año 2021 la Medalla Belisario Domínguez por su aportación a la vida política y social del país. 

Fue reconocida con la Medalla al mérito Sor Juana Inés de la Cruz en el año 2019 por su labor académica y política, presea que otorga la Cámara de Diputados.

Fue en síntesis una mujer al servicio de la política en México donde sus sueños sin duda se vieron coronados con la transformación de la vida política nacional en manos de MORENA y, de su amigo y compañero de luchas el ex presidente Andrés Manuel López Obrador.

La muerte es la más democrática de las sentencias pues a todos nos incluye y nadie se escapa. 

Vivir una vida dedicada a la política en la trinchera de la resistencia y la lucha contra los convencionalismos y una cultura machista debió ser el máximo de sus privilegios. 

Hasta el último momento estuvo ahí, como la gran protagónica de un momento histórico el pasado 01 de octubre.

Despedimos a una mujer de izquierda, a una luchadora social de inmenso calado que nos deja un ejemplo de tenacidad, voluntad y disciplina. 

La jubilación no pasó por su vida. 

La política fue su vida hasta el último día sin descanso, hasta su tumba como los grandes héroes y heroínas de la historia.

Ahora sí, descanse en paz Ifigenia Martínez, la mujer de raza fuerte…


@cuauhtecarmona

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