La semana pasada, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), en una decisión sorpresiva para 91 por ciento de los analistas (muestra de Reuters), recortó su tasa de referencia en 50 puntos base (pb). El anuncio fue inicialmente tomado con cautela, pues las últimas ocasiones en que la Fed ha iniciado ciclos de recorte con una disminución de esta magnitud, lo siguiente ha sido una recesión.
Las proyecciones que acompañaron a la decisión, si bien no anuncian un escenario como ese, sí delinean una economía estadunidense que necesita retomar impulso. La inflación y el PIB se espera disminuyan de 2.6 a 2.3 por ciento y de 2.1 a 2 por ciento, respectivamente. La tasa de desempleo, por su parte, se estima aumente de 4.0 a 4.4 por ciento. En resumen, el comunicado destacó que el mercado laboral se ha desacelerado y la inflación continúa su progreso hacia la tasa objetivo.
El impacto inmediato en mercados fue positivo, con niveles históricos para los principales índices de Nueva York. México, por su parte, se contagió y tanto el IPC de la BMV, como el FTSE BIVA registraron ganancias de 0.59 y 0.52 por ciento, respectivamente.
Con estos antecedentes, el día de mañana Banxico comunicará su propia decisión de política monetaria. La expectativa de la mayoría de los analistas es que se dé un nuevo recorte de 25 pb para llevar la tasa a 10.50 por ciento. Existe, sin embargo, una minoría que considera posible que, dado el favorable comportamiento de la inflación, en especial en su componente subyacente, que se encuentra en línea con la meta, el recorte sea de 50 pb. Además, el inesperado recorte de la Fed da margen a Banxico para disminuir su propia tasa sin preocupaciones por presiones cambiarias.
En cualquiera de los casos, el efecto de un recorte a estas alturas será positivo en términos de crecimiento económico hacia el cierre de año y de sexenio. La reducción en la tasa de interés puede estimular el crédito, lo que a su vez promueve consumo e inversión. Desde la pandemia, México ha mantenido uno de los más altos niveles de tasas del mundo. Esta política restrictiva ha permitido controlar la inflación y mantener un adecuado diferencial de tasas con EU. Ahora que la Fed ha relajado su tasa y que la inflación ha entrado en una ruta descendente en México, sin duda la economía recibirá con agrado la continuidad del ciclo bajista de Banxico que, según el consenso actual de analistas podría cerrar el año en un nivel de 10 por ciento.
Alfa positivo. Una cifra récord de bancos centrales están liderados por mujeres, aunque se necesitan más avances. El número de mujeres gobernadoras ha aumentado a 29 este año, desde 23 el año pasado. No obstante, esto ha dejado la proporción de mujeres líderes en solo 16 por ciento de los 185 bancos centrales del mundo, según un informe de abril del Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras (Omfif).