Que en lo que parecen ser los últimos estertores del proceso electoral, se van delineando detalles que de alguna manera terminan el “planchado” para iniciar sin sobresaltos el próximo sexenio como los mexiquenses lo determinaron en las urnas: ayer, los representantes del PRI, PAN y Nueva Alianza anunciaron que esperarán hasta que termine el computo oficial para determinar si es necesario impugnar los resultados del 4 de junio. Por el momento, dicen, no ven irregularidades graves.
Que, más aún, las 45 juntas distritales arrancaron el cómputo de votos de la elección de gobernadora y de 5 mil actas inicialmente bajo sospecha ya bajaron a 2 mil 850 las susceptibles de inconsistencias que pudieran irse a recuento por alguna pequeña diferencia de votos, cantidad de sufragios nulos, sumas erróneas o números ilegibles, entre otras causales. Pero ayer mismo el panista Alfonso Bravo Álvarez Malo reconocía que pudieron ser errores humanos, sin dolo, por el cansancio de una larga jornada.
Que durante la emotiva ceremonia en conmemoración del día de la Libertad de Expresión convocada por la Universidad Autónoma del Estado de México, el Rector Carlos Eduardo Barrera Díaz, acompañado por un nutrido grupo de periodistas reunidos para la ocasión, dijo que dicha libertad es una herramienta que permite generar conocimiento e innovación para solucionar las diversas problemáticas de la sociedad, por lo que es importante defenderla y promoverla.
Que en otros temas, ayer el gobierno estatal aseguró que en los últimos años los delitos de alto impacto han disminuido considerablemente; sin embargo, no es la primera vez que coincidentemente autoridades federales dan algún dato que pueda ser controversial en materia de seguridad.
Resulta que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana detalló ayer que, del 1 al 6 de junio de este año, se registraron 46 víctimas de homicidio doloso en el territorio mexiquense. Para acabarla, detallan que siete ocurrieron el domingo 4, es decir, el día de la jornada electoral.