Que de la ceremonia por el Día de los Juzgadores Mexicanos salieron dos mensajes claros en medio del debate entre Poderes cuando el ministro Jorge Pardo Rebolledo rechazó que los jueces sean oposición de alguien y sí son, en cambio, guardianes de la Constitución, mientras que la presidenta de la Suprema Corte, Norma Lucía Piña, aseguró que en el Poder Judicial “nadie anda en busca de aplausos, a ningún nivel”. Bueno.
Que como si se tratara de una teoría de la conspiración de las que cunden en las redes, como sucedió antes con personajes como Mario Aburto Martínez, asesino confeso de Luis Donaldo Colosio de quien se decía era un doble del tirador real, y Rafael Caro Quintero, de cuya identidad se dudaba en su recaptura, ahora Ovidio Guzmán argumentó no ser él la persona que Estados Unidos reclama para ser juzgada allá, al comenzar el juicio de extradición al hijo de El Chapo en el penal federal de alta seguridad de Almoloya de Juárez.
Que Edmundo Jacobo seguirá desempleado de entrada unos siete días más, mientras que la magistrada Janine Otálora vuelve de Venecia para responder al señalamiento de que procede con imparcialidad porque en su proyecto propone restituir al ex secretario ejecutivo del Instituto Nacional Electoral, cesado al entrar en vigor el plan B de la reforma de la 4T. Será hasta la próxima semana cuando se retome la sesión.
Que Ricardo Monreal dijo sentirse “digno” y considera “timbre de orgullo” cada golpe recibido, en medio de tanta “hostilidad” a la que promete resistir, cuando se le preguntó sobre las imágenes en las que se le ve en un ritual de masones obteniendo el grado 33, el más alto de esa logia, tema sobre el que declaró no poder entrar en detalles. En cuanto al debate tuitero con el republicano Dan Crenshaw, señaló que la del gringo es pura “retórica preelectoral”, pero vaya que tanto la vocera de la Casa Blanca como el embajador Ken Salazar también alzaron el tono, aunque con mesura y ánimo de colaboración.