Que en su reunión del pasado viernes con diputados electos de Morena en el Palacio de San Lázaro, el ex panista Javier Corral, responsable del proyecto anticorrupción de la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, se pronunció por un rediseño, no desaparición, del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información, lo cual puede darle al organismo que encabeza Adrián Alcalá un respiro después de casi un sexenio de acoso y amagos de extinguirlo.
Que a diferencia de la actitud de otros liderazgos morenos como Marcelo Ebrard y Gerardo Fernández Noroña, Citlalli Hernández hizo valer sus palabras y en aras de un relevo con “unidad, terso y por consenso”, anunció que siempre no disputará la dirigencia nacional de su partido, que dejará Mario Delgado para irse a la Secretaría de Educación Pública, y en consonancia con sus dichos ante seguidores días atrás se apartó después de que Luisa María Alcalde, titular de Gobernación, alzara la mano para conducir a los guindas.
Que quienes también andan en modo transición ordenada son la alcaldesa priista de Álvaro Obregón, Lía Limón, y el electo del Verde, Javier López Casarín, quienes acordaron un relevo sin contratiempos que permita un proceso de entrega-recepción en forma y en los términos que dicta la ley, pese a los jalones posteriores a la elección. Se convino conformar un equipo de trabajo que mantenga comunicación permanente, con reuniones cada 15 días, antes de la integración de la Comisión de Transición, que por ley deberá estar lista en septiembre.
Que hablando de la capital, mientras la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ya va por su cuarto anuncio de gabinete legal con los nombramientos mañana de los titulares de Cultura, Trabajo y Turismo, en el caso de Ciudad de México la ganadora de la elección, Clara Brugada, no ha dado a conocer detalles sobre quiénes podrían formar parte de sus secretarías y tampoco ha arrancado la gira de la victoria por las distintas demarcaciones.