El Mito Necesario y el Individuo Libre

Laguna /

Desde el Génesis bíblico hasta los relatos de la creación en el hinduismo, o la historia patria de cualquier nación, la civilización ha sido tejida en torno a mitos que trascienden la verdad literal para ofrecer a las comunidades un sentido de pertenencia y propósito. 

Estos relatos han permitido que los individuos encuentren un marco común, dotado de símbolos y metáforas, que les conecta a algo mayor que sus propias vidas. 

Los mitos, en su naturaleza de "mentiras verdaderas," son la argamasa de la cohesión social. 

Sin ellos, el edificio de la comunidad se derrumbaría, perdiendo el horizonte que ha guiado a generaciones enteras. 

Sin embargo, mientras los mitos son necesarios para sostener la vida en sociedad, el verdadero camino hacia la trascendencia individual exige algo más: liberarse de la necesidad de estos relatos para encontrar un propósito propio.

Ortega y Gasset, en su profunda crítica al "hombre masa," señala que este necesita de los mitos y relatos colectivos para existir, pues carece de un proyecto personal que le otorgue dirección. 

El hombre masa, sin un sentido autónomo de identidad, se refugia en las ficciones compartidas, hallando en ellas una brújula que guía su existencia. 

Pero ¿y si el individuo pudiera ser libre de esta dependencia? ¿Y si pudiera sostenerse sin necesitar de estos relatos?

La respuesta estriba en una forma de conciencia superior: la del individuo que reconoce el valor de los mitos para la sociedad, pero no los asume como fundamentos de su propio sentido vital. 

Aquí surge el verdadero desafío: el hombre que no requiere de mitos para sentirse completo, aquel que ha alcanzado una plenitud interna que no depende de consensos colectivos, accede a una libertad rara y profunda. 

Así, mientras el mito es indispensable para la cohesión de la comunidad, el individuo libre lo observa con distancia y perspectiva, como herramienta cultural, no como un ancla para su identidad.

Ortega vislumbraba este ideal en su visión del "hombre superior," aquel ser que vive según su propio proyecto y se rehúsa a subsumirse en las narrativas de la masa. 

Este hombre ha trascendido el anhelo de pertenencia que impulsa al colectivo y encuentra en su propia autonomía un sentido vital. 

No se trata de negar la importancia de los mitos; se trata de reconocer que el individuo que busca la verdadera trascendencia no necesita de ellos para vivir plenamente. 

El mito seguirá siendo necesario para la civilización, pero el individuo que logra elevarse sobre esta necesidad se convierte en una isla de sentido propio en un océano de relatos compartidos.

Así, mientras la sociedad necesita del hombre masa para existir, cada uno de nosotros tiene la oportunidad de no convertirse en uno. 

Este es el auténtico espíritu de libertad: construir nuestro camino sin depender de ficciones que, aunque útiles, no son indispensables para el individuo que ha encontrado su propio propósito.

  • Eduardo Emmanuel Ramosclamont Cázares
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