De entre las bandas icónicas a nivel mundial, quizá Pulp sea la que ha tenido desde siempre un recorrido más singular, pues si bien tardaron más de una década en poder posicionar su música, fue después la inmensa fama obtenida a partir del Different Class, sobre cuyos excesos escribieron en This is Hardcore, lo que llevaría a su desintegración. Como una especie de sobredosis de éxito cuya rehabilitación llevó implícita una abstinencia musical, sólo interrumpida aproximadamente cada diez años para realizar una ansiada gira donde quedaba clara la inmensa vigencia de su música, que conectaba incluso con generaciones más jóvenes que acudían a los conciertos a bailar y cantar con los himnos de Pulp.
Así que ahora que 24 años después han sacado su nuevo disco, More, es quizá muy pulpiano que sea en parte una obra circular, que conecta con elementos clave de su trayectoria, y al mismo tiempo evita cualquier asomo de nostalgia, pues, como ha dicho en entrevistas Jarvis Cocker, en realidad siguen escribiendo de lo mismo, sólo que con un renovado punto de vista por el paso del tiempo. Así que el primer sencillo, “Spike Island”, es un festivo y bailable homenaje a un mítico concierto de los Stone Roses en Spike Island, de donde salió también hace varios años el material que condujo a escribir ese himno que homenajea y parodia a los raves, “Sorted for E’s & Whizz”, y que ahora funge como punto de partida para el triunfal regreso de Pulp. (Y es notable también que los Stone Roses fueran tan importantes en el trayecto de Pulp, ya que cuando cancelaron de último momento como headliners en Glastonbury y Pulp fue invitado a sustituirlos, el delirio que provocó “Common People” fue instrumental en el subsecuente éxito de la banda). Pero así como “Spike Island” hace referencia a la dimensión mítica de lo musical, es también una especie de corte de caja tanto de la vocación de Jarvis (“I exist to do this/I was born to perform”), como de las razones que lo llevarían a dejar de hacerlo durante 24 años (“I took a breather and decided not to ruin my life”). Y lo más divertido de ese legendario concierto que sirve de inspiración para todo lo anterior es que Jarvis Cocker no asistió, y todo lo relata de anécdotas de segunda mano. Como suele suceder con toda buena mitología.
Y en estos tiempos de odio generalizado, el amor está sumamente presente en More, tanto en el segundo sencillo “Got to Have Love”, donde se enuncia en clave de música disco, como declaración de principios alejada de toda pose de malditismo, el inmenso poder del amor en nuestras vidas. Al igual que en canciones como “Slow Jam” o “Background Noise”, donde a la usanza de “F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.L.O.V.E.”, se cantan y musicalizan las realidades más complejas y ambivalentes de las relaciones amorosas: “Love turns into background noise/Like this ringing in my ears/Like the buzzing of a fridge/You only notice when it disappears”.
Y si “Sunrise” es una de las canciones más bellas de la discografía de Pulp, la coda de More, “A Sunset” se perfila también como un futuro referente de su legado musical, pues en esta íntima balada coral (la familia Eno hace los coros) donde el violín le da un toque épico, Jarvis realza a su muy característica forma el inmenso poder de la belleza de algo tan sencillo como una puesta de sol, parodiando en el proceso la actual tendencia planetaria para sacar provecho y monetizar incluso un espectáculo natural cotidiano: “So now I’m learning, I’m learning about money/And I am learning about law/The first rule of economics/Unhappy people, they spend more”.