Los funcionarios del PJF, seguidos por los trabajadores de base, se oponen a que el acceso a la judicatura como juzgador sea por medio del voto de los ciudadanos porque, aseveran, desaparecería la carrera judicial, con lo cual se afectaría la meritocracia y sus derechos de escalafón.
Aseguran que la elección de jueces posibilitaría un alto riesgo de corrupción judicial; el acceso a la judicatura de personas sin preparación; la infiltración de la delincuencia organizada, ya que las campañas podrían ser financiadas por delincuentes.
Y concatenadas estas anomalías se llegaría a la pérdida de la independencia del PJF, dicen. A lo que añaden: en una situación así ya no habría equilibrio de Poderes, función que corresponde al PJF.
Creo que el malestar de los jueces, originado por la reforma al PJF en marcha, tiene mucho que ver con la crisis de la justicia en que nacieron no les posibilita ver que todos los temores que los impulsan a oponerse a la reforma del PJF, en cierta medida son hechos consumados.
En cuanto al argumento de que el PJF garantiza el equilibrio de poderes, es lo deseable; pero por lo menos en nuestro sistema de control de constitucionalidad y de equilibrio de Poderes, tal cosa no es posible cuando se politiza la justicia y se judicializa la política. No pocos casos hay en los que cuando la Corte o los tribunales deciden sobre cuestiones políticas deciden políticamente.
La pregunta es, ¿y quién controla al PJF? Sabemos que el CJF, órgano que ha resultado ser como la carabina de Ambrosio. Enhorabuena porque el CJF se propone reformarlo como se propuso por parte de organizaciones civiles en 1995, y no se aceptó, a saber: como órgano dotado de independencia y autonomía técnica y de gestión, para el desempeño de su función.
La reforma al CJF en los términos expuestos, junto con la creación de un Tribunal de Disciplina Judicial, son lo más significativo de la iniciativa del Presidente. Como primer paso para una futura reforma estructural al PJF, estos cambios son mucho más relevantes que la elección de jueces.