La agenda del Senado se intensificó en los últimos días por una serie de nombramientos que repercuten directamente en el Poder Judicial de la Federación. Tal fue el caso de la designación de la nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel Mossa, para cubrir el espacio que dejó la hoy ministra en retiro Margarita Beatriz Luna Ramos.
Bajo este mismo tenor, serán elegidos cinco perfiles que ocuparán el cargo de magistrada o magistrado de las salas regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) durante los próximos nueve años.
Este arduo proceso que está por terminar, empezó hace tiempo cuando la Suprema Corte seleccionó el mes pasado a 15 personas finalistas (de entre 138 aspirantes iniciales) con las que se integraron cinco ternas; una para cada sala regional del Tribunal Electoral, que a su vez corresponde a cada una de las cinco circunscripciones plurinominales del país.
Dado que la definición por parte del Legislativo está por suceder, creo oportuno compartir algunas reflexiones sobre el Tribunal y sus salas regionales que, al igual que la sala superior, deben, en todo momento, dictar sentencias con plena autonomía y mantenerse firmes ante las presiones de actores políticos y poderes fácticos.
1.- El Tribunal Electoral resuelve cualquier controversia que se presente en las elecciones federales y locales. Está a cargo, también, de la defensa de quienes votan, quienes pueden ser votados, quien organiza la elección, los pasos de esa elección, quienes cuentan los votos y quien vigila que lo anterior se haga conforme a las reglas del juego, además de decir quien ganó. Todo esto a partir de lo que se presenta en los diferentes expedientes exclusivamente.
2.- El Tribunal se compone de una sala superior, que es la última instancia de todas las controversias electorales en el país, de cinco salas regionales y una especializada.
3.- La sala superior tiene el encargo principal de resolver sobre la legalidad y validez de la elección de gobernadoras y gobernadores de los estados del país, la integración final de las Cámaras de Diputados y el Senado; y determina, en definitiva, quién ganó la elección de presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
4.- Por su parte, las salas regionales tienen a su cargo los juicios en los que se reclaman las resoluciones de las autoridades electorales que organizan, califican o resuelven las impugnaciones en los procesos electorales de los estados del país que violen la Constitución federal y hayan influido en el resultado de las elecciones de diputados locales y al Congreso de Ciudad de México, así como de ayuntamientos y de los titulares de las alcaldías de ésta.
5.- El quehacer de las salas regionales es importante para la ciudadanía, porque resuelven juicios para proteger derechos fundamentales, como la posibilidad de votar, ser votado u organizarse para crear un partido nuevo, y además vigilan que las elecciones hayan sido libres, directas y auténticas.
6.- Las consecuencias jurídicas y diferencias políticas que tiene cada elección a un cargo de elección popular son resueltas por las salas regionales, por lo que sus sentencias deben ser claras y sólidas para que la sociedad sepa cómo y por qué se resolvió de cierta manera.
7.- Hablando en números, tan solo durante el periodo 2017-2018, en total, las salas regionales resolvieron más de diez mil juicios que se recibieron con motivo del proceso electoral más concurrido de la historia de México.
Dado que las salas regionales son integradas por tres personas en calidad de magistrada o magistrado, las sentencias dictadas por dichos tribunales son colegiadas, lo cual quiere decir que deben votar todos sus integrantes para que el resultado se defina al menos por mayoría de dos votos. La riqueza de las resoluciones judiciales electorales, sin lugar a dudas, se desprende entre otros factores de la pluralidad que traen consigo visiones distintas. Diferentes criterios, generan debate y reflexiones más profundas.
Por ello, la responsabilidad que tiene el Senado respecto al nombramiento de estas mexicanas y mexicanos es del más alto nivel; su trabajo coadyuvará a que México siga siendo un país de instituciones y contrapesos, en donde los desencuentros político-electorales se resuelvan por la vía de la legalidad y se privilegie siempre la paz social.
No podemos dejar a un lado la relevancia de este proceso de selección de las nuevas y nuevos juzgadores del Tribunal Electoral, porque su trabajo fortalecerá la democracia, contribuirá a que se incremente la cultura de la legalidad y garantizará que más mexicanas y mexicanos tengan acceso a la justicia y a la defensa de sus derechos político-electorales.
* Magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación