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El esplendor lunar anterior al mito
Alcé la mirada hacia la Luna, la gran Luna: la nitidez de una circunferencia, la intensidad de una luz que no arde, el conejo de perfil, reflejando la vida de la Tierra. -
Ixchel, la adoración lunar
Al explorar el territorio, encontraron estatuillas de “las diosas de aquella tierra, como Aixchel, Ixchebeliax, Ixbunic, Ixbunieta”, todas advocaciones asociadas al culto lunar, al acto de tejer, al nacimiento y al agua. -
Ixchel, la diosa de la claridad lunar
Cuenta Fray Bartolomé de las Casas en su “Historia Apologética Sumaria” que, según una creencia del altiplano guatemalteco, en el origen no había ni cielo ni tierra, ni sol, ni luna, ni estrellas. Existió una pareja divina, cuya genealogía anterior s -
Coyolxauhqui revivida
La diosa lunar confirmó las sospechas de Manuel Gamio al inicio del siglo XX: que debajo de la gran ciudad se encontraba otra y, en especial, el Templo Mayor. -
Coyolxauhqui, la luna que apareció en la ciudad
En una fría madrugada de febrero de 1978, un trabajador de la compañía de Luz y Fuerza excavaba en el Centro Histórico de la Ciudad de México para instalar un transformador eléctrico. De pronto, su pala topó con una superficie dura. Al escarbar con l -
El viajero de otra estrella
Fue descubierto el 1 de julio de este año por el proyecto ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System), en El Sauce de Río Hurtado, Chile. -
La Luna: el sueño del conejo
Las dos brillaban con igual intensidad hasta que uno de los dioses tomó un conejo y lo arrojó a la cara de Tecuciztécatl. De esta manera se le oscureció el semblante y disminuyó su resplandor. Ese fue el origen del conejo en la circunferencia lunar. -
La Luna: los amantes
Pero ese amor contradecía el orden universal: la diosa se había enamorado de un ser cambiante, habitante del tiempo y la descomposición. -
La cosecha de Luna
El lunes pasado observamos la luna llena más grande y brillante del año, llamada “La Luna de la Cosecha”. La luz casi encandilaba los ojos y la circunferencia horadada coronó el cielo —desde su posición más cercana a nosotros— para nuestra nocturna m