A diferencia de otros países como Estados Unidos, en donde el transporte aéreo está descentralizado, en todo lo largo y ancho de su territorio, para no tener que ir a la ciudad de Washington, D.C., la capital federal; en nuestro país sufrimos el centralismo aéreo del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México AICM “Benito Juárez”, al que las líneas aéreas mandan pasajeros de todo el país que no tienen absolutamente nada que hacer en dicha capital, a conectar su vuelo a otra ciudad del interior de la República, que es a la que se dirigen los pasajeros.
Se dan casos en que pasajeros necesitan volar por ejemplo del Aeropuerto Internacional “Francisco Sarabia” de Torreón, Coahuila, al Aeropuerto Internacional “Mariano Escobedo” de Monterrey, Nuevo León, y al Aeropuerto Internacional “Miguel Hidalgo” de Guadalajara, Jalisco, los llevan hasta Ciudad de México, innecesariamente, para de allí regresarlos a dichas ciudades, que están más cerca de Torreón, que aquella; y todo porque en ésta última ciudad hay vuelos todos los días y horas para todos los aeropuertos del país.
Este centralismo aéreo se debe a que los dueños de las aerolíneas se ahorran así el desplazamiento de sus aviones a los aeropuertos de provincia y el de empleados, y a que las autoridades aeronáuticas no les exigen rutas aéreas entre ciudades más cercanas, siguiendo en lo posible el axioma geométrico de que “la distancia más corta entre dos puntos es la recta que los une”.
Por eso es un acierto del gobierno de México, a través de la Secretaría de Infraestructura,
Comunicaciones y Transportes SICT, el decreto por el que se cierran las operaciones a las aerolíneas de carga en el AICM, publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 2 de febrero, y que entrará en vigor en 108 días hábiles, a partir del día siguiente a ese.
A partir de julio próximo todas las operaciones de las aerolíneas de carga se efectuarán en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles AIFA; lo que vendrá a empezar a descongestionar el AICM.
Es deseable que así como se está descongestionando el AICM, en el transporte de carga, así también se descongestione el transporte de personas.