La discreta captura del “Mayo” Zambada

Ciudad de México /

Tenemos una nueva presidencia, pero el tema de seguridad sigue siendo la preocupación número uno entre los ciudadanos de nuestro país. Lo que observamos en la cobertura noticiosa de distintos medios de comunicación corrobora este dato. Por ello se esperaría que los eventos relacionados con actividades de narcotráfico o delincuencia organizada en general tuvieran altos niveles de conocimiento. Por ello la captura del “El Mayo” Zambada sorprende por los bajos niveles de conocimiento.

En una serie que comprende 10 años, desde la primera captura del “Chapo Guzmán” en 2014, la captura de “El Mayo” Zambada presenta el menor nivel de conocimiento entre la opinión pública. La mayor parte de las capturas de líderes del narcotráfico se ubican en niveles de conocimiento de alrededor de 90 por ciento. Las capturas de la familia Guzmán, fuera “El Chapo” u Ovidio Guzmán llegaron a esos niveles de conocimiento. Entre las más bajas estaría la captura de Rafael Caro Quintero en la que se enteró 3 de 4 ciudadanos del país (76%). Muy por arriba de la reciente captura del “El Mayo”.

Es probable que esto responda al nivel de prudencia, discreción, o bajo perfil que “El Mayo” Zambada ha procurado. Sin duda, mucho menos mediático que “El Chapo”.

La serie de Parametría también registra las expectativas respecto a cada una de estas capturas. Si la violencia en el país podría disminuir, permanecer igual o aumentar. El patrón en los últimos 10 años es que la situación seguirá igual. Está última captura, la de “El Mayo”, no cambia esta tendencia. La mayor parte de los ciudadanos considera que se mantendrá igual. Más de una tercera parte de la población así lo considera (37%). Otro porcentaje considerable (30%) incluso considera que la violencia aumentará.

Tal vez el caso extremo en esta serie es la captura de Ovidio Guzmán, en la que casi la mitad de la población (45%) opinó que la violencia no solo permanecería igual, si no que incluso aumentaría. Es probable que el evento de octubre de 2019 en el que se le capturó y posteriormente se le liberó para evitar más violencia en el estado sea una explicación.

No es sorprendente que el ciudadano considere que no va a bajar la violencia generada por el narcotráfico. En todo caso sorprende que la expectativa como resultado de estos eventos como del cambio de gobierno sea tan baja o vaya a la baja.

Resulta consecuente qué ante la baja expectativa de la violencia o inseguridad, la expectativa de que se reduzca la actividad del narcotráfico en general también es baja. La mayor parte de los ciudadanos considera que “la cantidad de droga que se envía de México a Estados Unidos permanecerá igual (47%).

Probablemente el dato más revelador de esta medición tiene que ver con la impartición de justicia en nuestro país. El ciudadano prefiere que se le juzgue fuera del país a los narcotraficantes capturados, que se les juzgue en Estados Unidos. En el caso de Ismael “El Mayo” Zambada esto no es excepción. Casi la mitad del país así lo considera (47%).

Este dato ha sido consistente en los últimos 10 años con cada una de las capturas que se han realizado. En el caso del “Chapo” Guzmán el nivel de acuerdo con esta opción fue de 50 y 43 por ciento en marzo de 2014 y enero de 2016. Rafel Caro Quintero en julio de 2022 fue 49%, y en enero de 2023 con Ovidio Guzmán más de la mitad del país (52%)

Finalmente, otro tema que ha preocupado a la opinión pública es la idea de que socialmente el estilo de vida o el liderazgo de los narcotraficantes pueda ser legitimado por la ciudadanía. Parece que cada vez es menor el porcentaje que percibe a los narcotraficantes como héroes y los ven cada vez más como delincuentes.

En resumen, la captura de “El Mayo”, fue menos conocida entre la opinión pública y las expectativas de disminución de violencia o la actividad del narcotráfico tampoco son optimistas. Además de que el promedio del ciudadano no confía en nuestro sistema judicial, por ello prefiere que se le juzgue en Estados Unidos. Es probable que la captura y su juicio sigan siendo un tema más bien del círculo rojo, pero para la opinión pública parece no representar mucha diferencia.


  • Francisco Abundis
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