Para sus seguidores es lamento, para los opositores regocijo. Los mexicanos se dividen entre estas manifestaciones, porque termina el sexenio de AMLO y se va de la vida pública, en definitiva.
Puede parecer increíble para ambos bandos que llegaron los últimos días de su sexenio y que estemos a 48 horas que dejará su cargo, siendo uno de los últimos mandatarios con mayor índice de aprobación ciudadana del 77% (encuesta Enkoll), que con su política despertó a una tercera parte de ciudadanos conservadores de ultranza y que al resto les ganó sus ideas progresistas a favor de los necesitados.
Andrés Manuel López Obrador pasará a la historia para bien o para mal, durante mucho tiempo, estará en los libros de estudio de sus hijos o de sus nietos, no solo por haber sido presidente, para muchos, como un líder que luchó por el bienestar de los mexicanos durante 47 años, que además fue jefe de la ciudad de México, fundador de dos partidos políticos, tres veces en campaña a la presidencia, una vasta trayectoria en la historia política del país.
Después de lo anterior cabe preguntarnos:
¿Que será de sus seguidores y opositores cuándo no este y no se deje ver? ¿A dónde se dirigirán las palabras y los sentimientos de cariño y odio hacia él? Porque ha dicho que desde su rancho de Palenque donde se retirará a vivir,” no abrirá puertas a medios de comunicación ni a figuras públicas, así como desactivará sus redes sociales”. Solo estará para su familia y para responder al llamado de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, si ella se lo pide.
“A finales de septiembre me jubilaré y no volveré a participar en nada público. Me dedicaré a escribir sobre un tema que me apasiona; conocer a fondo el pensamiento predominante en las sociedades prehispánicas mesoamericanas y sus contrastes con las ideas traídas por los europeos” Así lo ha dicho y que espera publicar su libro, dentro de 3 o 4 años.
Y es que el presidente AMLO, ha anunciado que se irá a vivir a su rancho herencia de sus padres, que está en usufructo para él, pero que lo heredó a sus hijos. Que se encuentra en el municipio de Palenque, Chiapas, que se acede a través de la carretera Playa de Calazaja y se encuentra a 16 kilómetros de la zona arqueológica y turística, de una estación del tren maya, mercados y hoteles.
Dicha propiedad que tiene 13 341 metros ha sido repartida también entre sus 5 hermanos, que conforma árboles frutales, maderables y una laguna. Cuenta con una casa de descanso que le fue dada a él por ser el mayor de la familia.
Con la particularidad de que vivirá sin su esposa e hijo menor, ya que ella se quedará en la ciudad de México para apoyar en los estudios de universidad de este. Y por ello AMLO piensa ir para allá seguido.
El presidente se jubilará con la pensión de servidor público que calcula será entre 25 a 30 mil pesos mensuales, más la pensión de bienestar, así como los ahorros que tiene de las regalías de sus libros publicados (el ultimo le ha dejado más).
El actual mandatario será de los pocos expresidentes que viven, que radicará en el país, como es Vicente Fox (que se encuentra en su rancho de Guanajuato), los demás viven en el extranjero, como son: Ernesto Zedillo (Estados Unidos), Carlos Salina (Reino Unido y España), Enrique Peña y Felipe Calderón (Madrid, España).
Es común por la vida agitada que llevaron, que mayoría de exgobernantes del mundo (donde no hay reelección o sea por pocas veces), se retiren de la vida pública, para bien de su salud, de sus años y por el afán de dedicarse a sus gustos propios.
Les deseo a todos ellos que su felicidad continúe y no sea opacada por la nostalgia por el poder. En especial para Lic. Andrés Manuel López Obrador, larga vida y éxito en su nuevo emprendimiento.