Borges

Ciudad de México /

Gil cerraba la semana con jirones en la garganta. Una tos de perro lo agobiaba. Caminó sobre la duela de cedro blanco y encontró un viejo libro reeditado: Diccionario privado de Jorge Luis Borges (Nausícaä, La Rosa profunda, 2008), de Blas Matamoro. Gil ha decidido cerrar el año, hoy y mañana, con dos entregas de frases, iluminaciones, aforismos, provocaciones de Borges. Aquí vamos:

***

· En la pasión el recuerdo se inclina a lo intemporal. Congregamos las dichas de una sola imagen; los ponientes diversamente rojos que miro cada tarde serán en el recuerdo un solo poniente. Con la pasión pasa igual: las más incompatibles esperanzas pueden convivir sin estorbo. Dicho sea con otras palabras: el estilo del deseo es la eternidad.

·El amor exige continuos milagros y reciprocidad. Si uno deja de ver a una persona por unos días se puede llegar a sentir muy desdichado. Se siente con mucha intensidad y puede llevar a la desgracia. La amistad en cambio, puede prescindir de la frecuentación.

· El coito es aquel momento de la dicha en que cada uno es los dos, la unión en que nos perdemos para perdernos luego en el sueño.

· Una función del arte es legar un ilusorio ayer a la memoria de los hombres.

· He consagrado mi ya larga vida a las letras, a la cátedra, al ocio, a las tranquilas aventuras del diálogo, a la filología, que ignoro, al misterioso hábito de Buenos Aires y a las perplejidades que no sin alguna soberbia se llaman metafísica. Tampoco le ha faltado a mi vida la amistad de unos pocos, que es lo que importa. Creo no tener un solo enemigo o, si los hubo, nunca me lo hicieron saber. La verdad es que nadie puede herirnos salvo la gente que queremos (1969).

· He firmado tantos ejemplares de mis libros que el día que me muera va a tener un gran valor uno que no la lleve. Estoy convencido de que algunos la borrarán para que el libro no se venda tan barato.

· Con las drogas no sé si he tenido buena o mala suerte. He ensayado con la cocaína tres veces seguidas y me ha parecido una pastilla de menta. Supongo que lo mismo ocurre con la marihuana y las demás. Lo que pasa es que la gente se da cuerda.

· Cuando escribo no pienso nunca en los lectores. Salvo en el sentido de no presentarles dificultades.

· Lo que más admiro en los demás es la ironía, la capacidad de verse desde lejos y no tomarse en serio. Después, el valor y la humildad, siempre que no sea ostentosa.

· ¿Quién soy? Estoy tratando de averiguarlo.

· Ante cualquier desgracia pienso que aún me queda por vivir una experiencia completamente nueva: la muerte. Algo que —al menos, en mi caso— aún no sobrevino. Se abre una vida nueva. O no hay nada, lo cual también es nuevo.

· Soy un hombre de ciudad, de barrio, de calle: los tranvías lejanos me ayudan a la tristeza con esa queja larga que sueltan en las tardes.

· No he vivido. Quisiera se otro hombre.

· He cometido el peor pecado que un hombre puede cometer. No he sido feliz. Mi mente se aplicó a las simétricas porfías del arte, que entreteje naderías.

· En cuanto al dinero, tengo suficiente para la vejez. La fortuna es un estorbo para hombres sin ambiciones y sin compromisos de familia como yo. El lujo y la miseria me perturban. No tener nada o tener mucho mutilan al ser humano.

· Si me dijeran que puedo prescindir de la corbata, daría las gracias. La corbata es algo muy misterioso.

· Soy un viejo escritor que carece de genio, pero que ha aprendido su oficio a lo largo del tiempo y a lo largo de las equivocaciones que ha cometido.

***

Sí: este viernes Gil tomará la copa con amigos verdaderos. Mientras el camarero trae la bandeja que soporta el Glenfiddich 15, Games pondrá a circular otra frase de Borges: Me une a Buenos Aires el espanto, no el amor . Será por eso que la quiero tanto.


Gil s’en va

gil.games@milenio.com

  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
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