Lo que son las cosas y los caprichos del azar. Resulta que la Presidenta iba de gira, así como que no quiere la cosa, trabaje y trabaje, a duro y dale. Y así llegó a Chihuahua. Y de pronto tuvo una iluminación: haré una visita sorpresa a un hospital del IMSS en Ciudad Juárez, pero no anden de chismosos, esto es secreto y en consecuencia sorpresivo. ¿Y adivinen qué encontró? ¿Un hospital con goteras? Fríos, fríos; ¿un hospital sin enfermeros? Helados. Lo que Sheinbaum encontró, agárrense, fueron anaqueles llenos de medicinas. Re-ple-tos.
Dicen los que estuvieron cerca que metía usted la mano en esos anaqueles y sacaba a puños medicinas para la diabetes, los riñones, el corazón, pastillas de quimioterapia. Aquello era una orgía de medicamentos donde unos se encimaban en otros. De analgésicos, ni hablar, desde la clásica Cafiaspirina, hasta el Advil y varias modalidades de paracetamol. Con decirles que se podían encontrar parches de morfina para intensos y desdichados dolores. De la semaglutida, uff, con esas dotaciones podrían enflacar a los clientes de cientos de pizzerías y hamburgueserías. Bendito Dios, bendita cuatroté. Se los dijo Gamés, pero ustedes nomás no entienden: denles tiempo, siete años de desabasto no son como para ponerse de pestañas.
El abasto del bienestar
A través de sus redes sociales, Sheinbaum dijo que visitó de “sorpresa” el Hospital Regional 2 de Ciudad Juárez. En las fotografías que publicó se observan anaqueles llenos de medicinas en la farmacia del nosocomio (a Gil le gusta escribir nosocomio), mientras la mandataria saluda a personal que atiende en el lugar: “Caí de sorpresa al Hospital Regional No. 2 del IMSS en Ciudad Juárez para conocer el abasto de la farmacia; conversamos con las y los encargados. Vamos cada día mejorando la entrega de medicamentos en todas las instituciones de salud”. Ni quien lo dude, faltaba más. Y eso que no hablamos de las farmacias del bienestar que son como carritos de elotes y esquites, pero un poco más modestos. Su Tylenol, ¿con crema y chile piquín? Con poco chile, de favor, y bien bañadito con su crema.
Gil se enteró en Latinus y en una nota de Jorge Monroy: “A principios de este año, el gobierno federal anunció la compra de 85 millones de medicamentos para tratar de cubrir el desabasto que desde entonces se registraba en diversos hospitales del país. Sin embargo, actualmente ciudadanos continúan reportando que en las farmacias de diversos centros de atención médica no se surten las recetas completas”.
Gilga ya entendió: el desabasto de medicinas persiste porque todos los medicamentos se los llevaron a Ciudad Juárez. Cada cosa un problema.
Birmex una y otra vez
Según su periódico El Universal, Laboratorio de Biológicos y Reactivos de México no logró adjudicar mil 26 claves de medicamentos e insumos en la compra consolidada 2025-2026. Esto quiere decir que la empresa paraestatal solamente pudo conseguir 50.5% de las claves que se propuso adquirir.
Gil cita la noticia de El Universal: “La Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno dio a conocer los detalles de la compra consolidada, que nuevamente no tuvo éxito, luego de que en marzo de 2025 se detuvo el proceso de compra realizado por Birmex ‘por posibles indicios de corrupción’ y un sobre costo de alrededor de 13 mil millones de pesos”.
Gil se quedó con los ojos de plato y plata: de las mil 26 claves de medicamentos e insumos que Birmex no logró adquirir, 140 se declararon desiertas al no recibir propuestas de laboratorios farmacéuticos. Y las propuestas de 886 claves se declararon no solventes porque el precio sobrepasó el presupuesto estipulado por la empresa paraestatal. Leyeron bien lectora y lector: no se recibieron propuestas de las farmacéuticas y no hubo presupuesto para la compra de las medicinas. ¡Mecachis!
Pues bien, Gil necesita decirles que hay que ir al hospital del IMSS de ciudad Juárez a comprar las medicinas que no se consiguen en el resto del país. ¿Quién acompaña a Gilga?
Todo es muy raro caracho, como diría Anatole France. “¿Qué puede hacer la verdad desnuda y fría contra las brillantes apariencias de la mentira?”.
Gil s’en va