No rompas más mi pobre corazón

Ciudad de México /

El Presidente se preparaba para dar el Grito de Independencia y se dio una vuelta por Chiapas. Reconoció que padece problemas cardíacos: “Ya no puedo forzar más a mi pobre corazón”, a menos de dos semanas de entregar la banda presidencial. En honor a la verdad (muletilla patrocinada por Morena) Liópez no parece que tenga alguna cardiopatía. En Sinaloa hay una balacera, ruedan las cabezas por el asfalto, incendian camiones y él ni en cuenta, más bien dice que son hechos aislados; en diversos lugares de Nuevo León no hubo Grito, pero el Presidente pasó de largo, y en Chiapas hay pueblos enteros tomados por pandillas de sicarios, pero nada le hace. O tiene un corazón de hierro forjado, o le importa una almendra lo que ocurra en esos lugares.

Desde Palenque, lugar a donde dijo que se retiraría luego de dejar la presidencia, Liópez pidió a los mexicanos no molestarlo porque “si te abro la puerta a ti, se la tengo que abrir a millones de mexicanos y no quiero ser ni jefe máximo, ni caudillo ni mucho menos cacique. Yo ya terminé mi ciclo”. Eso que ni qué. Pero hay algo en Gil que le dice: se quiere ir, pero se quiere quedar. Le dirán a Gilga hasta de lo que se va a morir, pero todo indica que Liópez se va, pero no se va. Y sí, después de un infarto, hace más de 10 años, ya no puede forzar su corazón. No rompas más, mi pobre corazón, estás pegando justo entiéndelo. Caballo Dorado va por la cuatroté.

“El motor está muy bien, pero ya la carrocería no anda bien, entonces ya cierro el ciclo, sobre todo tengo un problema de una enfermedad cardíaca que me dio un infarto y ya no puedo forzar más mi pobre corazón, que me ha ayudado mucho”. Ah, el corazón sirve para tantas cosas, señor Presidente. Liópez resaltó que ha recorrido todos los municipios del país y presumió de ser el “único mexicano que los conoce”. Gil no lo duda, lo que sea de cada quien.

Las cuentas pendientes

Lean por piedad: “Fueron 50 años de lucha y ahora les voy a hacer la cuenta. No es para presumir, sino nada más para que se tenga una idea de lo que ha significado ese trabajo, soy el mexicano, único mexicano que conoce todos los municipios de México”. Durante la celebración del Bicentenario de la Federación de Chiapas, el mandatario (gran palabra) dijo que se dedicará a escribir en su finca en Palenque. “Quiero escribir sobre el México profundo, quiero escribir sobre el México prehispánico, porque nos hicieron mucho daño, porque quisieron negar la grandeza cultural del país”. Ya en serio, ¿no podría el Presidente escribir novelas de ciencia ficción?

Liópez dice que se va contento y satisfecho de la Presidencia: “Muy orgulloso de haber encabezado el movimiento de transformación (…) lo hicimos entre todos, millones de mexicanos que participamos en la Cuarta Transformación y lo hicimos desde abajo”.

Si nos vamos a poner sentimentales, Gil llora a la menor provocación.

Reiteró que el 1 de octubre le entregará la banda presidencial a Claudia Sheinbaum: “Cuánta dicha me da que a quien voy a entregar la banda presidencial es a una mujer, ya lo dije, preparada, con experiencia honesta, pero sobre todo de buenos sentimientos, de buen corazón”.

Culiacán

Volvamos al corazón de Liópez. Culiacán, 15 de septiembre. En diversos puntos de la capital del estado la violencia volvió a estallar, seis asesinatos, una de las víctimas, del sexo femenino, de nombre Daniela “N”, de 19 años de edad, cuyo domicilio fue atacado a balazos por un grupo armado que privó de la libertad a tres miembros de su familia. Un reporte a las líneas de emergencia alertó a la policía que en la avenida Manuel Carpio, de la colonia Miguel Hidalgo, en Culiacán, un grupo armado tomó por asalto una vivienda, cuyos ocupantes fueron sacados con lujo de violencia y subidos a la fuerza en camionetas. Elementos de las corporaciones policiacas y el Ejército respondieron a la llamada y al ubicar el domicilio descubrieron que en el interior se encontraba tirada una joven sin signos vitales, cuya identidad fue establecida como Daniela “N”, de 19 años.

Gil se llevó los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y meditó: el Presidente se retira contento. Qué bien, felicidades.

Todo es muy raro, caracho, como diría Samuel Johnson: “el patriotismo es el último refugio de los bribones”. 

Gil s’en va


  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
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